EL VERDADERO NOMBRE DEL ETERNO CREADOR (1°)

EL VERDADERO NOMBRE HEBREO DEL ETERNO CREADOR
 La importancia de conocerse el verdadero nombre de Dios, tiene mucha importancia para todos nosotros los creyentes, porque la salvación de la humanidad está relacionada con este nombre. La salvación nace en un lugar y en un pueblo y de nadie más. Hasta nuestros días este es un misterioso nombre para algunos inaceptable, porque han creído en un nombre greco-latino. A través de los años de vivencia dentro del círculo llamado cristiano, es completamente extraño el verdadero nombre personal del creador. La mayoría de nosotros hemos seguido, digo así, por la ignorancia de la literatura sagrada; no llegamos a conocer la verdad del Dios vivo en el habla del mundo hispano.
Estoy seguro tanto como ustedes, hacer nuestra la palabra de Adón Yahshúa, que dice en Juan 16:13-15 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiara a toda la verdad; porque no hablara por su propia cuenta, sino que hablara todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 14El me glorificara; porque tomara de lo mío, y os lo hará saber. 15Todo lo que tiene el padre es mío; por eso dije que tomara de lo mío, y os lo hará saber”. Versión RV.; la versión hebrea dice: 13 Sin embargo, cuando venga el Espíritu (Ruaj) de la Verdad, El los guiará a toda verdad, porque El no hablará por iniciativa propia, sino que dirá sólo lo que ha oído. Él también les anunciará los eventos del futuro. 14 El me glorificará, porque El recibirá de lo que es mío, y lo anunciará a ustedes. 15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por esto digo que El recibe de lo que es mío, y lo anunciará a ustedes.
Sabemos, en el mundo está lleno de sectas, que se hacen llamar cristianos o evangélicos, de los cuales oímos muchos cánticos llamados celestiales, que le cantan a Jehová y a Jesús. Y aun, su denominación se hace llamar testigos de Jehová, los hermanos de Jesús, etc. Esto es importante saber y conocer lo que nos dice en las sagradas Escrituras, el nombre personal de nuestro creador, tal como lo hizo el pueblo de Israel, que se conectaban en la adoración con su único Padre celestial, que es la llave que abre el profundo conocimiento y discernimiento de la persona de la deidad. La versión RV dice: Oye, Israel: Jehová Nuestro Dios, Jehová uno es. Debería decir: ¡Escucha, Yisra'el! YAHWEH nuestro Elohim, YAHWEH uno es. Versión Hebrea.
Tradicionalmente nos han enseñado que “Jehová” es Dios, y el nombre del Salvador “Jesús”, como verdadero título y nombre de nuestro Eterno Creador. Pero la verdad, es algo ineludible descubrir la autenticidad del verdadero nombre del Eterno creador. ¿Por qué? Porque al descubrir el texto hebreo de las Sagradas escrituras y cotejamos con el alfabeto hebreo, que los estudiosos arqueólogos lo demuestran así, ¡Oh! Sorpresa, no encontramos por ningún lado la consonante “J”, sino hasta el siglo XVI.
Dios no es un título, verdaderamente es un nombre. Y Jehová, un nombre falso, que apareció por el siglo XVI. Más adelante se estará dando mayor información respecto a esta falacia inventando por los monjes romanos, de la época medieval y el nacimiento de los protestantes a través de la deserción de Martin Lutero.
De ahí es por qué el mundo está inmerso en errores tradicionales, creyendo que el Salvador hebreo es conocido con el nombre griego latinizado “Jesús”, que ese nombre no existió cuando el Salvador estuvo en las tierras de la palestina. Esto pudo ser un nombre completamente extraño para los judíos de aquella época. Podemos suponer que los judíos no hablaban griego, solo se usaba en esa época el idioma griego para hacer negocios en los círculos cosmopolitas, como dice el historiador y arqueólogo francés Ernest Renan, quien hace mención, que el Mesías jamas en su vida se llamó “Jesús”. De la misma manera, el nombre hibrido dado al Padre como “Jehová”, por la ignorancia de las Sagradas  Escrituras hebrea, los traductores incurrieron en errores, reconociendo a uno de ellos como a Pedro Galatino, quien fue el confesor del papa León X en el siglo XVI.
La verdadera Salvación está en los verdaderos nombres del Padre y del Hijo, que es el fundamento esencial donde reposa la verdadera salvación.
Aprendamos, en una regresión, al significado original de las Sagradas Escrituras, al idioma original más cercano con la que fue escrito en el Antiguo Pacto y el Nuevo, a un profundo y más exacto entendimiento de la verdad esencia del Padre YHWH, y del Hijo “YAHSHUA”. Es la transliteración más cercana para el nombre del Padre Yahweh, como esta en el Antiguo Testamento, como mandamiento su Sagrado nombre; Éxodo 20:2 “Yo soy YHWH [יהוה] (Yahweh) tu Elohim, quien los saco de la tierra de Mitzrayim, fuera de la casa de esclavitud”.
En la versión Reina Valera dice: “Yo soy Jehová tu Dios, que te saque de la tierra de Egipto; de casa de servidumbre”. De hecho, cambiaron el nombre YHWH [יהוה] por Jehová; el título Elohim, por Dios.
Yahweh fue remplazado con el nombre híbrido “Jehová” por muchos siglos para hacer inútil su nombre, por esta razón Él consagro su nombre en el tercer mandamiento para prevenir el pecado de no declarar en vano su nombre Ex.20:2, 7 "No usarás a la ligera el Nombre de יהוה (YHWH) tu Elohim, porque יהוה  (YHWH) no dejará sin castigo a alguien que use Su Nombre a la ligera. El otro nombre Sagrado el de nuestro Salvador, es trascendental, de otro modo no diría: Traducción Versión hebrea-Hch.4:12 ¡No hay salvación en ningún otro! Porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a la humanidad, por medio del cual podamos ser salvos.
Versión Reina Valera-“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvosHch.4:12.
Cuán importante es volver  a las verdades básicas de las Sagradas Escrituras, cualquiera que observe a través de las tradiciones se pierde el objetivo de ser verdaderos adoradores como creyentes legítimos, como lo fueron los primeros Talmidim. Nuestro anhelo sincero es el deseo de regresar al verdadero camino, que una vez fue conocido y enseñado en la primera comunidad de Yerushalayim, a quienes les dijo y nos dice:
Versión hebrea- Yahshúa dijo: "YO SOY EL CAMINO Y LA VERDAD Y LA VIDA; nadie viene al Padre, excepto a través de mí. Yochanán 14:6.
Versión Reina Valera-“Yo Soy el Camino, y la Verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí Juan 14:6.
Entre las muchas razones Judas 3 nos dice: “Queridos amigos: estaba ocupado trabajando escribiéndoles sobre la salvación que compartimos, cuando encontré necesario escribirles alentándolos a que se mantengan contendiendo arduamente por la fe que ha sido transmitida al pueblo de YAHWEH de una vez por todas”.
Esta emunah/fe original practicada en la primera comunidad de los “seguidores del camino de Yahshúa” está siendo restaurada antes  que regrese nuestro Salvador, “Yahshúa Ha Mashiach” por sus escogidos, porque de cierto está escrito en hechos 3:21 y dice: “Él tiene que permanecer en el cielo hasta que el tiempo venga para restaurarlo todo, como Elohim lo dijo hace mucho tiempo cuando habló por medio de los profetas Kadoshim”.
Este es el Pacto Renovado de Yahweh manifestado de la verdad original, siendo redimidos en el verdadero culto de adoración en el nombre verdadero del Salvador “Yahshúa”. El nombre que es sobre todo nombre.
Entonces examinemos el porqué del error de las escrituras, la substitución del nombre con la letra “J” los nombres de Nuestro Salvador y Redentor, y nuestro creador.
La letra “J” Jota, como se conoce, fueron añadidas al alfabeto español e inglés recientemente, por lo que el nombre de nuestro Salvador no pudo haber empezado con la letra jota. En los alfabetos griego,  hebreo y otros alfabetos, la letra jota “J” era completamente desconocida hasta los mediados del siglo XIV, y recientemente fue añadido al idioma inglés y español. En el alfabeto hebreo no se encuentra ningún equivalente a la letra jota, debido a que no existió esta consonante. Pero vemos dentro las investigaciones gramaticales el origen de esta letra jota “J” y de la “I”. La jota desciende de la letra “I” que no fue considerada como letra, sino hasta el siglo XVII.
La jota “J” es la décima letra del inglés que ambos representaban inicialmente como la vocal “i”, posteriormente llego a ser distinguida como un signo separado, adquiriendo su valore fonético bajo la influencia del idioma francés.
La enciclopedia Funk and Wagnalls, afirma con referente a la “J”: “La J es la décima letra y la séptima consonante en el alfabeto inglés. Esta es la última letra que fue añadida a las escrituras inglesas y ha sido insertada en el alfabeto después de la I, de donde empezó su desarrollo, lo mismo que la V y la W siguen a la U, la letra de donde estas provienen. En esencia, la J fue una mera variación de la I. La J apareció primero en la época romana, cuando ésta se usaba a veces para indicar la i larga con sonido de vocal pero, a menudo esta se usaba intercambiablemente con la I. Los romanos pronunciaban la I en algunas palabras, como si ésta fuera una vocal como, iter, y como una semivocal en otros, por ejemplo: iuvenis, deletreado actualmente juvenis. No obstante, la única diferencia en deletrearlo fue el uso ocasional de la doble i para el sonido de la “Y” por ejemplo, en maiior, actualmente deletreado mayor. En la Edad Media la forma alargada de la (j) fue usada como un mecanismo decorativo, muy a menudo como inicial y en series numerales; en antiguos manuscritos franceses indican el numeral 4 con las letras correspondientes iiij. El uso de la letra J como una inicial, la condujo últimamente a su uso especializado para indicar dos sonidos, el antiguo sonido de la semivocal “Y”, encontrado en el alemán y en el nuevo sonido de la consonante paladial (z) y (dz) encontrado en el francés, español e inglés. No fue sino hasta mediados del siglo XVII, que su uso llegó ser universal en los libros ingleses; en la Biblia King James versión 1611 por ejemplo, las palabras Jesús y judge eran invariablemente Iesus y iudge. Mucho tiempo después de la invención de la imprenta, la J llegó a ser sólo una mera variación caligráfica de la i (la cual en Latín podía ser vocal o semivocal), y la J, llegó a ser restringida únicamente, a una función de consonante.
“En inglés, la J tiene el sonido compuesto de d + zh como en journal. Por otro lado, en francés, el único sonido dado a la letra j es zh, como en jour; el alemán ha mantenido su sonido original de la consonante i Latina, como en jahr; y España ha introducido el nuevo sonido parecido a la gutural kh, como en jerez. En el inglés medio (1100 a 1500), antes de la diferenciación de la i y la j, la combinación de gi fue se usaba a veces para representar los sonidos dzh, tales como en Giew en vez de Jew, y en tiempos recientes la g suave, es usada para el mismo sonido como en general…”
De la misma manera encontramos comentarios del origen acerca de la letra “Jen la Enciclopedia Americana: Ésta es una de las pocas adiciones permanentes que se hicieron a los alfabetos de los tiempos medievales y modernos; para ser más exactos, no fue una añadidura, sino más bien una diferenciación de una letra existente, la I, la cual en latín, además de ser una vocal (como en índice), también tuvo el valor consonántico de la ‘Y’ (como en maior, pronunciado ‘mayor’).
 “En una última etapa, el símbolo ‘J’ fue usado para propósitos característicos, en particular, cuando la ‘I’ tenía que ser escrita al principio (o en unión con otra ‘I’). Cualquiera de los dos símbolos usados al principio, generalmente tenía el sonido consonántico de la ‘Y’ (como en Yate), así que, la pronunciación latina de uno de los dos Ianuarius o januarius fue como si el deletreo fuera “yanuarius.’ Mientras que en algunas palabras en hebreo y de otras procedencias (tales como Hallelujah o junke), la J tiene el valor fonético de la ‘Y.’ ”
Descubrimos entonces, que la letra J deriva de la letra vocal I, que originalmente tenía el mismo sonido que la vocal I, esta es la razón de por qué, la j minúscula aún tiene el punto arriba de ella. La letra I representa la letra griega iota (I), la cual usualmente corresponde a la letra hebrea yode (Ye, como en Yate). La letra J tiene el sonido de una Y (como en “Hallelujah” ‘Aleluya’) en latín, alemán y en el idioma escandinavo. En español, la J es una letra aspirada (que tiene el sonido de una H inglesa).
Al principio, la J se pronunciaba como la I, hasta el tiempo de la introducción de la imprenta. Los impresores holandeses promovieron la utilización de la J, especialmente, al principio de una palabra; eventualmente, la letra J adquirió su propio sonido. Fue el idioma francés el que le dio a la letra J, el presente sonido suave de una g, como en “large” o “purge”. En latín, alemán y en otros idiomas, la J se pronuncia más como una Y que como una J, con un sonido “i”. En español, la letra J es más como un letra aspirante, como en José. En algunos antiguos mapas europeos aún muestran el deletreo de los países como jugoslavia (Yugoslavia) o sowjet (soviética) Rusia. No fue, sino hasta el siglo pasado que la letra J fue aceptada permanentemente en la pronunciación francesa, como en joy o journal.
Entonces tenemos bien claro, que la “J” fue usada como signo, intercambiable con la “I”. Esta fue porque  ambas tenían el mismo sonido, que posteriormente el sonido de la “J” llego a ser usado en el inglés como consonante. Dentro de esta historia de ser usada ambas letras combinadas, termino de ser separadas como independientes con la entrada de los holandeses con las imprentas.
La Primera Letra del Sagrado Nombre  del Creador es con “Y” y no con “J
Los manuscritos hebreos nos permiten distinguir el valor representativo de las palabras características de un pueblo más distinguido, que influencia su cultura en las diferentes etapas de la historia, por su devoción religiosa y su forma de vida. Estos manuscritos, aunque no hayan quedado evidencias físicas por las invasiones expacionistas de la época del poder romano en la destrucción del templo de Jerusalem, quedaron las traducciones griegas, llamada Septuaginta, de las cuales se han extendido nuevamente al hebreo tal y cual fue el original de las Sagradas Escrituras. Esta traducción griega que se realizó 200 años antes Cristo, se confecciono artesanalmente los escritos de figuras abstractas al idioma griego de aquel tiempo. Estos fragmentes es la base esencial para cualquier cultura en su credibilidad de fe en el verdadero y único Padre de la Creación del universo.
A grandes rasgos se nos muestra de donde proviene y como la letra “J”.
Además podemos saber que las nuevas traducciones del siglo XVI para adelante se hicieron la transliteración del latín, la Vulgata, que fue la segunda traducción después del griego, por hombres que desconocían el idioma hebreo, aun peor el significado de las palabras lo cual genero la alteración del verdadero significado de las palabras hebreas. Es la razón por la cual las biblias modernas emplean el griego latinizado, por el desconocimiento del origen y desarrollo de cada palabra. Y prueba de esto es la distorsión del verdadero nombre del Eterno creador y de nuestro Redentor y Salvador.
A continuación describo textualmente la obra de Oscar Ogg, la historia del alfabeto inglés:Las tres letras que faltan J, U y W, de ninguna manera fueron usadas por los Romanos. La U y la W se desarrollaron de la V aproximadamente mil años atrás, y la J se desarrolló de la letra I aproximadamente quinientos años atrás,” pg. 106.
Como ya hemos confirmado, la mayoría de nuestro vocabulario americano (y español), emplea la letra J, raíz del francés. Casi todas las palabras que contienen la letra J en el inglés, se pronuncian como en el francés, tales como: journal o major, sin embargo, el francés tiene una pronunciación considerablemente más suave de la J, que en el inglés; en el español, la J es más como una H [inglesa] aspirada como en “José.”
Después del desarrollo de la letra J, el nombre del Salvador fue cambiado por los traductores, a Jesús, aunque la J continuó siendo pronunciada mucho más como la Y. No obstante, la pronunciación de la J pronto cambió radicalmente de su sonido anterior “yi” a nuestro presente “juh” a través de la influencia francesa.
En Latín, la J se pronunciaba como Y, aún hasta nuestros días la lengua alemana, entre otras, pronuncian la J como la Y (July = Yuli; Ja = Ya; Major en alemán se pronuncia como “mayor,” June es “yuni”). Observe los comentarios del autor F. F. Bruce en su libro El Libro y Los Manuscritos: “En la Biblia Inglesa, los nombres propios en hebreo con el símbolo yod, son representados con J el cual en el inglés moderno tiene un sonido completamente diferente de la Y. De esta manera ‘Jehová-jireh’ tiene que haber sido pronunciado, algo así como Yahweh Yireh” (pg. 40).
En su libro Historia de Las Letras y Símbolos, Hubert M. Skinner provee una excelente recapitulación de la discordante transformación infligida al nombre del Salvador: “De alguna manera, varias personas contemporáneas que recibieron la J de los romanos, han perdido su sonido original, y lo han sustituido por algo muy diferente. Nosotros hemos mantenido el sonido antiguo en nuestra palabra hallelujah’ (aleluya) aunque, nosotros generalmente damos a ésta letra, el desagradable sonido suave de la G. Yod es la inicial del nombre Jesús. Es lamentable que un nombre tan querido y tan sagrado, sea pronunciado de una manera muy diferente de su palabra original. El sonido de la palabra es mucho más como si fuera Yashuah, y es placentero al escucharlo. Nuestro sonido de la letra J y de la S fuerte, son las más desagradables en nuestro idioma, y estos se encuentra en nuestra pronunciación de este nombre efímero, a pesar de que estos no existían en su versión original,” pgs. 122-123.
 Esto nos hace ver claramente, que el nombre “Jesús” estuvo fuera de tiempo, el nombre que le dio el ángel a Miryam y a Yosef, quienes hablaban hebreo, fue “Yahshuah”, que significa “Salvación de YAH”. Este nombre sagrado ha sido convertido por los traductores en un híbrido nombre greco latinizado “Jesús”, un nombre que se introdujo paulatinamente en los tiempos de los descubrimientos del mundo, por Cristóbal Colon.
Los traductores de la biblia, adquirieron el sentido de la forma griega “Iesous” para el nombre del Salvador. Este nombre señalada en Mateo 1:1 en la biblia Ancla dice: La palabra es de la versión griega, de un reconocido nombre hebreo. Este fue primero Yahoshu, después, por un profundo cambio fonético en el hebreo, éste se convirtió en Yoshua (Josué, el nombre del sucesor de Moisés), y también por un cambio dialéctico en la región septentrional, en Yeshua. El primer elemento, Yahu o Yehú (=Yahweh-יהואה) significa ‘El Señor,’ mientras que el segundo proviene de Shua, que significa ‘Ayudar, Salvar.’ El significado más probable es, ‘Oh Señor, Salva.’ ”
Jesús” [griego: Iesous].
Muchas personas mencionadas en la Biblia, llevan este nombre, el cual es una forma griega de Joshua (Josué) (Hebreo Yehoshua. Comparando el griego de Lucas 3:29; Hech.7: 45; Heb.4:8)… ‘Jesús Cristo’ es un nombre compuesto, hecho del nombre personal ‘Jesús’ (del griego Iesous, el cual, transliterado del hebreo/arameo es Yesu (a), una nueva forma del hebreo Yehosua, cuyo significado es (יהוה) ‘YHWH es salvación’ o ‘YHWH salva / ha salvado’)…”.
El sentido que se ve es una forma aramea del nombre Yoshua (Josué), que significa “Yahweh es salvación”, el hijo de Nun, que se presenta en el pasaje del libro de Nehemías 8:17 “Yeshua”. Entonces, el nombre griego “Iesous” (ξεσυα), es el equivalente del hebreo “Yoshua” (Josué) (יהושוע, Yehoshua), que significa “Yahweh es salvación”, que la encontramos en la Septuaginta, en hechos 7:45 y hebreos4:8, como también en los libros apócrifos, que representa al Josué del Antiguo Testamento y no del Mesías (Mashiach), hebreo.
El diccionario internacional teológico define textualmente así: Iesous es la forma griega del Antiguo Testamento del nombre judío Yesua, proveniente de las transcripciones hebreas. Y se le añadió una –S- al nominativo, para facilitar la perversión. Yesua (Josué) parece haber llegado a un uso general en el tiempo del exilio babilónico en vez del antiguo Yehosua. La LXX (septuaginta) interpreta los dos, la antigua y la más reciente forma del invariable nombre como Iesous. Josué el hijo de Nun, quien según la tradición, fue el sucesor de Moisés y completó su obra en la ocupación de la tierra prometida a las tribus de Israel, aparece bajo éste nombre… Este es el antiguo nombre conteniendo el nombre Divino Yahweh, y significa ‘Yahweh es ayuda’ o ‘Yahweh es salvación’ (ref. El verbo Yasa, ayuda, salvar). Josué también aparece en un pasaje hebreo post- exílico. (Neh.8:17) como Yesua el hijo de Nun, y no como en los antiguos textos, Yehosua (Vol. 2, pgs. 330-331).
Con estas informaciones tenemos toda autoridad de rechazar el nombre hibrido greco-latino “Jesús” como el verdadero nombre de nuestro Redentor. El Nombre original y verdadero es “YAHSHUAH”, el nombre que es sobre todo nombre dado a los hombres en el único nombre que podemos alcanzar la salvación (Hch.4:12).
¿CUÁL ES EL IDIOMA ORIGINAL DE LAS SAGRADAS ESCRITURAS DELA TORÁH Y LA TANAK (LA BIBLIA)?
En la historia primitiva, aun antes del Mesías, el griego se había convertido en un idioma mundial. Alejandro el Grande conquistó las tierras del Este y Sur de Grecia estableciendo la cultura y la sociedad helenística, tan lejos como hasta el Río Indus al norte y al sur, hasta Egipto.
El “koiné o dialecto griego, era muy común y fue el que prevaleció llegando a dominar en el reino de Alejandro Magno. El lenguaje griego sobrevivió a la devastación de la persecución romana, así como a las cruzadas, y continuó siendo hablado hasta el tiempo de la conquista musulmana del área mediterránea.
Próximo a la destrucción de Jerusalem en el año 70 D.C., Roma aplastó la rebelión de Bar Kokhba en el año 135 D.C. y el ejército romano destruyó todo objeto Judío, especialmente los pergaminos religiosos y los libros, incluyendo la Torah. Esto fue seguido por la inquisición Católica en Europa, erradicando todo objeto judío. Los cruzados hicieron presa fácil de los judíos destruyendo cruelmente todo vestigio de las escrituras hebreas. A buen entendedor.
De ésta manera, entre la destrucción llevada a cabo por los Romanos y las posteriores cruzadas, todas las copias de las Escrituras Hebreas, tanto del Nuevo como del Antiguo Testamento, se perdieron. Solo las copias griegas sobrevivieron. “Ningún” original del Nuevo Testamento en griego o hebreo se conoce que hayan sobrevivido. Ni hay ningún manuscrito original del Antiguo Testamento en hebreo, solo copias, de copias, de copias.
Un gran número de estudiosos competentes de la Biblia ahora están de acuerdo con el erudito Charles Cutler Torrey (Documentos de la Iglesia Primitiva) en que todo el Nuevo Testamento o una parte de éste fueron escritos en hebreo y solo después, fueron traducidos al griego.
En la edición de septiembre 12 de 1986 del The Washington Time, David Bivin señala qué Yahshúa, así como sus contemporáneos, muy probablemente, hablaban hebreo. Bivin, el director de la Escuela Jerusalem para el Estudio de los Evangelios, también cree que la versión original de la vida de Yahshua fue escrita en hebreo, y no en griego o arameo. Además, él y sus estudiantes de la Escuela, están de acuerdo en que, por consideración a los evangelios hebraicos, muchos conflictos textuales han sido aclarados de la enérgica sugerencia de que los evangelios fueron escritos primero en hebreo.
Aún Martín Lutero reconoció las raíces hebreas del Nuevo Testamento. El escribió en Tischreden, “A pesar de que el Nuevo Testamento está escrito en griego, éste está lleno de hebraísmos y expresiones hebreas. Por lo tanto, ha sido justamente dicho qué los hebreos beben del manantial, los griegos del arroyo que fluye de él y los latinos, rio abajo
¿Dónde está la justificación para cambiar el nombre del Salvador? Incluso, en el contexto griego, no hay J o algún sonido de J en el Koiné, o en algún otro dialecto griego conocido. El Nuevo Testamento en griego, provee el fundamento para nuestras traducciones presentes, latina e inglesa. Obviamente, la J proviene de otra fuente, ya que el griego no tiene una fonética equivalente a la J inglesa en los 24 caracteres de su alfabeto. Tampoco lo tiene el hebreo.
Las palabras judge, journal, Jack, jam, jet, jog, etc., todas estas eran deletreadas probablemente, empezando con la letra griega iota (en español I) y serian pronunciadas como “i”. En inglés, la letra J seria remplazada por la letra i. ellos leerían, iudge, iournal, iack, iam, iet, iog, etc. Algunos ortógrafos preferirían que estas demostraciones empiecen con la letra actual Y en vez de la i.
No podemos ignorar el hecho de que no había letra J en ningún idioma hasta alrededor del siglo 15, y por lo tanto, debemos concluir que el nombre “Jesús” nunca existió hasta hace 500 años atrás. No olvidemos que cuando leemos la Biblia Hebrea está la versión que Yahweh se relacionó con su pueblo Israel. Yahweh habló a su pueblo que entendía hebreo; Yahweh es el Todopoderoso de los hebreos. También recuerden que allá no había judíos antes del tiempo de Abraham, Isaac o Jacob; por lo tanto, el Nombre Sagrado no es judío.
Los investigadores de la verdad no tienen que avergonzarse de sus raíces hebreas, de la verdadera fe bíblica, porque somos hijos de Abraham, un hebreo (Gen.14:13). Hebreo significa “gente del otro lado” (los hebreos, son descendientes de pueblos semitas de pastores nómades, de la península arábiga. Sin embargo, en tiempos antiguos migraron a la Baja Mesopotamia, a las proximidades de la ciudad de Ur.
El término hebreo Ivrīm [עברים] significa “gente del otro lado”, es decir, los que venían del otro lado del rio Eufrates.) y estamos cruzando de la falsedad y del error de este mundo, uniéndonos en pura adoración a Yahweh y a Su hijo Yahshua.
Muchos documentos descubiertos por arqueólogos e historiadores desinterzados y librepensadores, hacen aclaraciones con los descubrimientos la historia del salvador del mundo, registrado en la biblia hebrea. Así que nunca pudo anunciar el ángel a Miryam y Yosef a quienes solo hablaban hebreo y arameo en un idioma greco latinizado, que apareció alrededor de más de 1500 años después. Recordemos, el ángel llego a un pueblo israelita que hablaba y entendían el hebreo y no otro idioma que no existía, para darle el nombre del que había de ser el salvador de su pueblo Israel.
Veamos lo que nos explica en sus comentarios el diccionario internacional teológico y hebreo exhaustivo ¿Cómo Yahshua se convirtió en Jesús?
Es necesario que entendamos por qué el prefijo “YAH” llegó a nosotros en la forma “YEH” (una forma de la cual se encuentra en “Yeshua” comúnmente usado en vez de Yahshua). Esto se manifiesta así mismo en los nombres JEHová y JEsús.
Casi ningún libro académico de consulta, reconocería que la tradición rabínica suprimió el verdadero nombre Yahweh, muchos siglos antes de que el Mesías viniera a Belén. Al escribir el Nombre Yahweh en hebreo, los escribas Judíos insertaron una Shewa (:) en vez del apropiado qámets (T), de esta manera cambiaron el sonido de la vocal “ah” en “Yah”, a “eh”. Esto se hizo para ocultar el Sagrado Nombre, resultando en los incorrectos Yehova y Yeshua.
Esto es practicado hasta el día de hoy por ciertos grupos como “los judíos por Jesús”, quienes sustentan qué “Y’shua” es la forma judía de decir “Jesús.” Esto pudo haber sido hecho para evitar ofender a los judíos por su prohibición, en contra aún de la forma breve YAH.
El Diccionario Hebreo Strong, muestra claramente la vocal errónea, asignando YAH a YEH en la primera columna de la página 55, en donde el resultado “YEH,” es obvio. En todo título de ésta columna, una Shewa (:) aparece debajo de la letra hebrea Yod (י), y la pronunciación dada siguiendo la ortografía hebrea, empieza con el prefijo “YEH.”
Usar la “e” en vez de la apropiada “a”, es otro truco del adversario para eliminar el nombre familiar YAH, de las primeras silabas de ambos nombres Yahweh y Yahshua.
Esto explica cómo la “e” se introdujo en el nombre Jesús. La próxima letra en Jesús es la S, y resulta por el hecho de que el griego no tiene el sonido “SH”, solo tiene el sonido “S” (sigma), y éste fue incorporado en el texto latino. La  “U” en Jesús viene de la U de Yahshua.
El Nuevo Diccionario Internacional Teológico del Nuevo Testamento explica, “Iesous, es la forma griega del nombre judío Yesua [Yahshua] en el Antiguo Testamento, llegado aquí por la traducción hebrea con la adhesión de la S al nombre, para facilitar la declinación (terminación de palabras).”
La S final en Jesús, es la terminación singular masculina del nominativo griego. Mat.1:8- 11 contiene la línea genealógica de José, en donde podemos encontrar ejemplos similares de la “S” añadidas para producir nombres hebreos infectados por el griego: El hebreo Uzziah, se convirtió en Ozias; Hezzekiah, resultó en Ezequías; Yonah, llegó hacer Jonás, etc. Los errores que encontramos con los nombres en muchas versiones pueden estar relacionados con los traductores. Los traductores cristianos primitivos dependieron de la traducción griega llamada la Septuaginta como su fuente de las escrituras hebreas.
¿No es significativo qué, a pesar de que estos nombres hebreos fueron helenizados, ellos aún permanezcan identificables? Entonces, ¿Por qué en versiones inglesas el nombre de Yahweh ha sido cambiado por un “Dios” completamente extranjero, mientras que “Yahshua” se transformó en Jesús, un substituto que ni siquiera es cercano al nombre original?
¿Por qué el cambio, cuando aún el nombre del adversario –Satanás- mantiene su forma original hebrea y su cercana pronunciación? (Sa -Tan, Exhaustivo Diccionario Hebreo No.7854).
Los respetados comentarios de Adam Clarke, explican, que las malas traducciones primitivas, son explicativos: “A través de la ignorancia y negligencia de los copistas, innumerables errores se le hicieron a los antiguos nombres. Estos también han sufrido muchísimo en la aplicación de un idioma a otro, a tal punto que el nombre original está casi totalmente perdido… Además, ni los griegos ni los romanos podían pronunciar nombres hebreos o persas; y cuando se desempeñaron en la tarea de la traducción, lo hicieron conforme a su propia manera de pronunciación,” Los Comentarios de Clarke Vol. 3, pgs. 393-394.
Claramente, algunos escribas muy devotos estropearon el texto de la Biblia King James y lo que tenemos ahora, es un Nuevo Testamento en el cual el nombre de Yahshua ha sido adulterado y casi incompresible.
Para un ejemplo de esto, examine en Hechos. 7:45 de la versión King James. La frase se lee, “El cual recibido a su vez por nuestros padres, lo introdujeron con Jesús a tomar posesión de la tierra de los gentiles, a los cuales Dios [Elohim] arrojó de la presencia de nuestros padres, hasta los días de David.” (Versión King James) Solo que en realidad, el relato es del Antiguo Testamento y se está hablando de Josué, el hijo de Nun.
Otro ejemplo se encuentra en Heb.4:8 de la versión King James, “Porque si Jesús les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día,” muchas Biblias de Estudio tendrán notas sobre estos dos versículos señalando que el nombre más correcto es Joshua (Josué), el hijo de Nun.
Ciertas traducciones, además de la Biblia King James han corregido su error y han insertado “Josué” en el texto. De este modo podemos ver que este nombre, es el mismo como el que le fue dado por Moisés a su sucesor en Num.13:16. Éste también es el nombre del Salvador (rectificado con el “Yah”). Esto muestra cómo los traductores, muy celosamente, cambiaron todos los “Yahshua” a “Jesús” -aun cuando éste se refiera a alguien del Antiguo Testamento, que no sea el Salvador.
Vaya al Diccionario Hebreo Exhaustivo y lea cuidadosamente la pg. 47, tome nota especial del segundo nombre de arriba de la columna derecha, N0.3050, YAHH. Atención, esta es la correcta pronunciación y deletreo de la forma abreviada YAH además incluye los kámets debajo de Yod (:) (3050 הּy" Yâhh, ya).
A pesar de que el autor James Strong es célebre por su concordancia clásica, su conocimiento del nombre fue deficiente y él usó el erróneo Jehová. Sin embargo, él está correcto en poner en la lista No. 3050, YAHH, esto deletreado con la vocal “a” en vez de la “e” y la doble hh resalta en sonido “ahh.
La importancia de la forma abreviada YAHH toma un significado adicional cuando leemos en Juan 5:43 “Yo he venido en nombre de mi Padre”… Entendemos esto para referirnos a qué Él vino con la autoridad y poder del Padre Celestial. Aún más, tenemos que entender qué en su Nombre Yahshua, también se incluye el nombre de su Padre, YAH. Ésta es la forma abreviada en el prefijo del nombre ¡Yahshua! (Los seguidores de Yahshua llevarán ese Nombre en el Reino, Efe. 3:14-15; Dan.9:19).
El hábito de interpretar un nombre substituto cuando el Tetragramaton se encontraba en las escrituras hebreas, fue mantenido en la traducción griega de la Biblia Hebrea, la LXX (Septuaginta). Se dijo que la traducción había sido hecha por setenta traductores hebreos para el Rey de Egipto, quien buscaba una copia de este magnífico libro de los hebreos, para la gran librería de Alejandría en Egipto. Las letras LXX (significa 70) son a menudo usadas como una abreviación dada a la traducción de la Septuaginta Griega del Antiguo Testamento.
Cuando hicieron la traducción Griega, los copistas insertaron los cuatros caracteres del Tetragramaton Hebreo en letras de oro, es decir, hwhy en cualquier lugar en donde el nombre Yahweh aparecía. Sin embargo, la pronunciación obviamente fue con las vocales de Adonay. Después de la muerte y resurrección del Mesías, surgió la necesidad de una versión latina del Antiguo Testamento hebreo, para la expansión de la Iglesia. Estos traductores antiguos, no eran hábiles en el idioma hebreo y, en realidad, detestaban a los judíos y rehusaban aprender la lengua aramea o hebrea. Ellos eran ignorantes en la lengua hebrea y a menudo eran ridiculizados por los judíos por su absurda pronunciación del hebreo. (Ver en este folleto, “¿Porque los términos Dios y Señor?”
Ahora nos toca aclarar el nombre del Padre gracias a los materiales literarios de las diferentes épocas y culturas de la historia del mundo
Los eruditos saben que Jehová, nunca pudo haber sido el nombre del Padre Celestial. Aparte de la letra J, esta palabra tiene otros problemas. Aún los católicos, a quienes se les ha dado el honor de la invención de la palabra “Jehová,” saben que éste no es el nombre del Padre.
Observe lo que la Nueva Enciclopedia Católica (1967) expone en virtud de “Yahweh”: “Considerando las transcripciones griegas del Sagrado nombre, YHWH, debe ser pronunciado Yahweh. La pronunciación Jehová, fue desconocida en los antiguos círculos judíos, y está basada en un subsiguiente mal entendido de la práctica escribana en el uso de las vocales de la palabra Adonay con las consonantes de YHWH,” pg. 1065.
En el prefacio de la Biblia Versión Estándar Revisada, está lo siguiente: “La forma Jehová es de origen medieval; ésta es una combinación de las consonantes del Nombre Divino YHWH y de las vocales unidas a éste por los Masoretas. No obstante, corresponden a una palabra completamente diferente. El sonido de la Y es representada por la J y el sonido de la W por la V, como en el latín. La palabra ‘Jehová,’ exactamente, no representa ninguna forma del nombre más usado en hebreo,” págs. 6-7.
En la introducción de La Biblia Enfatizada, el editor Joseph Rotherham escribe: “La pronunciación de la palabra Jehová fue desconocida hasta el año 1520 cuando ésta fue insertada por Galatino; pero fue cuestionada por, Le Mercier, J. Drusius, y L. Capellus, como en contra del decoro gramático e histórico.” Rotherham continuó sus análisis en ésta palabra fantasma “erróneamente escrita y pronunciada, Jehová, la cual es meramente una combinación del Tetragramaton Sagrado y las vocales de la palabra hebrea para Señor (Adonay), representado para los judíos como YHWH, debido a que ellos redujeron la pronunciación del nombre… Asignarle al nombre YHWH las vocales de la palabra Señor al hebreo Adonay, y pronunciarlo Jehová es casi una combinación hibrida, como si se pudiera deletrear el nombre Alemania con las vocales del nombre Portugal –viz., Gormuna” (pgs. 24-25).
El Sagrado Nombre fue considerado muy Santo para pronunciarlo. Por una de las dos razones; debido a su contexto, oh porque sus cuatro letras también eran empleadas como vocales, los Masoretas no representaron las consonantes del Tetragramaton. Más bien, los signos vocálicos (signos diacríticos) de “Adonay” fueron insertados, previniendo a los lectores decir “Adonay” en vez de expresar sin querer, el Sagrado Nombre Yahweh. Junto con esto, a finales de la época medieval, vinieron los eruditos cristianos, que no se dieron cuenta de lo que se había hecho; ni siquiera un experto en hebreo lo notó. Ellos erróneamente combinaron esto, añadiendo vocales al Tetragramaton, y el resultado fue la combinación hibrida “Jehová”.
La Enciclopedia Judía explica esto acerca del nombres Jehová, “Éste nombre es comúnmente representado en las traducciones modernas por la forma ‘Jehová,’ el cual, no obstante, es una incompatibilidad filológica (gramatical)… Esta forma, ha incrementado la intención de pronunciar las consonantes del nombre YHWH, con las vocales de Adonay…” (pg. 1060).
Los mismos Testigos de Jehová, admiten, que el nombre “Jehová,” es inferior al nombre “Yahweh.” En el libro Santificado Sea Su Nombre (pg. 16), ellos citan al traductor católico Romano de La Versión Westminster de las Sagradas Escrituras, diciendo, “Hubiera preferido escribir ‘Yahwe’ el cual, si bien no es cierto, es admisiblemente superior a ‘Jehová.’ ”
En la página 17 de este mismo libro, los Testigos de Jehová escriben, “En armonía con la práctica que se ha desarrollado entre los supersticiosos, las vocales marcadas (signos diacríticos) para Elohim o para Adonay, fueron insertadas en los lugares habituales del texto para preparar al lector hebreo decir aquellas palabras, en vez del Divino Nombre. Mediante la combinación de aquellas vocales marcadas y el Tetragramaton, se formaron las pronunciaciones Yehowih y Yehowah”.
Además, en la página 20 ellos citan en El Léxico para los Libros del Antiguo Testamento, por Koehler y Baumgartner, en virtud del Tetragramaton: “El error en el deletreo de la palabra Jehová (Versión Revisada: El SEÑOR), ocurre desde aproximadamente el año 1100, y después éste ofreció su argumento a favor de Yahweh, como la pronunciación correcta y original”.
En el prefacio de la Biblia La Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas (Publicado por la Biblia Atalaya de los Testigos de Jehová y el manual Sociedad), ellos explican en la página 24: En nuestra búsqueda por la verdad, tenemos que volver a trazar nuestros pasos y audazmente proclamar su verdadero Nombre, y no seguir tradiciones u opiniones erróneas.
Al mismo tiempo que nos inclinamos a reconocer la pronunciación ‘Yahweh’ como la más correcta, hemos mantenido la forma ‘Jehová’ debido a la familiaridad de las personas con ésta, desde el siglo 14.
Hoy en día nuestra cultura observa los nombres como poco más que un título; aunque, aún hablamos acerca de tener un “buen nombre” y hablamos de ser “leales a nuestro nombre.” Estas expresiones son un remanente de un tiempo cuando un nombre expresaba y transmitía el carácter y atributo de una persona.
En el hebreo todos los nombres bíblicos, tenían un significado. En los tiempos de Yahweh o Yahshua (o a veces los padres), cambiaban los nombres de las personas, dándoles un nombres especiales que tenía un nuevo significado. Por ejemplo, Abram, significa “Padre Exaltado; luego su nombre fue cambiado a Abraham, que significa “Padre de Multitud.” Isaac significa “Risa” (porque su madre se rió cuando se le prometió un hijo en su vejez). Jacobo (Yacob) significa “Agarrar del Talón” o el que “Suplanta,” porque él suplantó a su hermano primogénito Esaú. Más tarde, su nombre fue cambiado por Israel, que significa “Luchar o Persistir con El” cuando luchó con el ángel (Génesis. 32:22-28).
Una impresionante revelación de los nombres de las 12 tribus de Israel, aparece en Génesis capítulos 29-30. Y las explicaciones en torno al nacimiento de cada uno de estos hijos, se refleja en cada uno de sus nombres. El Diccionario Hebreo en su Concordancia Exhaustiva de Strong provee un fascinante uso en el significado de los nombres.
En su libro, Nuestro Padre Abraham, Origen Judío de la Fe Cristiana, Marvin R. Wilson escribe: “En hebreo se pensaba que el nombre de una persona era considerado más que un título o un rótulo de identificación. Más bien, un nombre se creía que revelaba la esencia, carácter, reputación, o el destino de la persona a quien se le daba. Por eso es que la Ley Moral de Moisés prohibía la difamación de los nombres de otros, por falsos testigos (Éxo.20:16). De esta manera, el nombre de cada hebreo enviaba algún tipo de mensaje con él.”
El mensaje del nombre Yahweh a través de las Escrituras es, que éste es Sagrado y uno de los dos, la persona lo acepta o se encuentra a sí mismo en oposición a Él. El Diccionario Bíblico de Eerdmans, explica: “El nombre de [Yahweh] revela su carácter y la salvación en el cual las personas pueden obtener refugio (Sal.20:1; Isa. 25:1, 56:6). Tomar el nombre de [Yahweh] en vano, es despreciar su persona (Éxo.20:7),” pg. 747.

Descripción del alfabeto

Continua (2°)....
EL VERDADERO NOMBRE HEBREO DEL ETERNO CREADOR (2° Parte)
Yahweh: El Más Sagrado de Todos los Nombres
El nombre Yahweh es Supremo en todo el sentido de la palabra: Ningún nombre es más  importante que el nombre personal de quien adoramos. Esto es cierto no sólo porque los nombres en hebreo tienen un gran significado, sino también, porque Yahweh mismo nos exhorta a reverenciar su nombre y no traerlo a confusión a través de substitución y desuso, Éxo.20:7. La palabra “vano” en el Tercer Mandamiento-“No tomarás el nombre de Yahweh  tu Dios (Elohim) en vano”, es del hebreo Shoaw que significa apresurarsetraer devastación, inutilidad, ruina y por consecuencia, desprecio.
El atributo que describe el nombre de Yahweh, más que cualquier otro, es su Santidad. Su nombre no debe de ser blasfemado (Lev.24:16) o profanado. Éste debe de ser tratado con temor reverente y respeto. Porque éste expresa, la esencia de Yahweh mismo.
Podemos llevar su nombre a ruina por medio de falsificarlo. Si usted remueve el nombre del autor de un libro que él ha escrito y lo reimprime con otro nombre, usted falsifica su obra. Es lo mismo cuando los traductores eliminan Su nombre de las Escrituras e insertan títulos genéricos en su lugar.
¿Cómo podemos pretender clamar a Yahweh o a su Hijo Yahshua con títulos como: “dios” y “señor” que son usados en la adoración de otras deidades? Elías (EliYah, “mi El (Dioses Yah”) estaba llamando la atención a la agente en comparación con este mismo asunto en 1Rey. 18, demostrando que el verdadero Padre Celestial tiene un Nombre Personal y que ellos en su ignorancia estaban invocando a Baal, por un título (“Baal Gad”=Señor Dios) en sus adoraciones (ver Biblia de Estudio Harper Collins y observe en Oseas. 2:16). Baal era la “deidad” principal de los canaanitas.
Yahweh acusó a su pueblo de que ellos habían olvidado su nombre por BaalJer.23:26-27. Si Yahweh, estaba disgustado con la substitución “Baal,” entonces, ¿Por qué, Él no estaría igual de indignado con la substitución de hoy, que es una palabra equivalente a “Señor”?
El nombre de Yahweh está tan centrado en la Salvación, que el Nombre del Salvador, también lo lleva. Él es el Hijo, y la Salvación que Yahweh envió. Usted podría decir “Yah” es el Nombre Familiar de la Majestad Celestial.
Observaciones del Autor Wilson,
“El hecho de que Jesús fue un Judío de nacimiento, es crucial para el entendimiento de la naturaleza y la persona de Jesús, como se presenta en los Evangelios. A Jesús le fue dado el nombre hebreo, Yeshua. (‘Jesús’ es la forma latina de ‘Iesous,’ y la transliteración griega de Yeshua.) El nombre Yeshua se deriva del verbo hebreo Yashuah, el cual reveló el destino que él cumpliría en su vida y ministerio sobre la tierra” (Nuestro Padre Abraham, Origen Judío de la Fe Cristiana).
Todas las religiones son conocidas generalmente por quienes ellos adoran o rinden culto. Antiguamente el dios de los akkadios era Marduk; el dios de los amonitas era, Moloc; el dios de los griegos era Zeus; el dios de los romanos era Júpiter; el dios de los moabitas fue Baal peor; el dios de los hebreos era YHWH ¿Dios? ¡Valerse incluso de un título personal indeterminado, definitivamente no identifica a quien usted adora! Colocarle mayúsculas al título tampoco ayuda, a menos que el título “mr.” de repente se convierta en un nombre si lo escribimos “Mr.” ¡Extraño, no es así! Que todas las deidades paganas tengan sus nombres propios especiales, ¿Estamos aun esperando creer que el verdadero Todopoderoso de la Biblia, vaya de acuerdo con términos generales que se pueden aplicar a cualquier “deidad”?
En realidad, el nombre Yahweh aparece 6,823 veces en el Antiguo Testamento de las Escrituras Hebreas, desde el cuál básicamente, hemos derivado todas las versiones del Antiguo Testamento. De hecho, debió haber aparecido 100 veces en el Nuevo Testamento. Pero uno, raramente escucha usar el Nombre, o más aún, mencionarlo en las iglesias que supuestamente, honran estas mismas Escrituras.
La mayoría de las versiones de las biblias, han cambiado el Santo Nombre por los títulos, Dios y Señor. No obstante, usted puede restaurarlo cuando lee las Escrituras. En muchas Biblias King James, en cualquier lugar que usted vea las palabras SENOR o SEÑOR DIOS en letras mayúsculas en el Antiguo Testamento, las Escrituras Hebreas Masoréticas tienen los caracteres para Yahweh יהוה .
Tendríamos que decir, Yahshua: Un Nombre Hebreo dado a un hebreo
Debido a que no hay sonido de J en el idioma hebreo, el prefijo “Je” no existe en el hebreo. La combinación de la palabra “Jesús” no es griega, tampoco es hebrea. En realidad, éste no tiene ningún significado filológico (historia lingüística) en cualquier idioma. Contrariamente, Gabriel le dijo a María y a José que el nombre del Mesías, siendo dado por la más alta Autoridad en los cielos, era especial. Por lo tanto, tiene una específica connotación, un preciso y muy importante SIGNIFICADO. El ángel dijo que a él se le daría este nombre porque “Él salvará a su pueblo de sus pecados.” Los eruditos reconocen que el nombre dado a través de Gabriel, fue el nombre hebreo Yahshua. (Mire una buena biblia de estudio con notas marginales en Mat.1:21 y Luc.1:31 así como los recursos bíblicos mencionados aquí.) “Yahshua” significa “Yahweh es Salvación.”
Se debe de advertir que en cualquier lugar que se dio un mensaje de lo alto, fue para aquellos qué entendían el hebreo, el cual para algunos es llamado la “Lengua Celestial.” De este modo, cuando el ángel le dijo a José, un judío, que el Salvador nacería de María, una judía, él debería de llamar al bebe por un nombre especifico, ¡éste nombre difícilmente pudo haber sido un nombre griego-latino como Jesús! Ahora, Cómo llegó el nombre Jesús a nosotros, en vez de Yahshua, a nuestras biblias inglesas o hispanas, es curioso
El verdadero nombre del Salvador en letras hebreas es como esto: יקשע. Se leen de derecha a izquierda; como en todos los idiomas semíticos. Su Nombre empieza con una (y) (conocida en las Biblias inglesas como “jot,” Mat.5:18, pero en hebreo es yoth o yod).
 Yoth lleva el sonido de i como en máquina. Este sonido “i” es seguido después por una a, la cual es mucho más como un sonido “ah”. Este diptongo es pronunciado “i-ah” o “yah”, el cual es la forma abreviada del Nombre del Padre Celestial “Yahweh.” Y podemos observar esto en el sufijo de “HalleluYah,” que significa (Alabad a Yahweh) y en los nombres de muchos personajes bíblicos tales como: (IsaYah, JeremiYah, ObadYah, ZekhariYah, ZefaniYah, etc.).
Si añadimos a Yah el sufijo “Shua” (que significa Salvación), obtendremos Yahshua, que significa, “la salvación de Yah.”
El idioma hablado en Mat.1:23 es muy claro, fue el hebreo, en donde el Salvador es descrito como Emmanuel, una palabra puramente hebrea que significa “El (Dioscon nosotros”, Y de esta manera, está transliterada para nosotros en ese pasaje.
Usted puede ver por sí mismo que el nombre de su Salvador fue Yahshua, si se dirige al Diccionario Griego de la Concordancia de Strong. Busque el nombre “Jesús” en Strong, el cual muestra que éste primero aparece en Mat.1:1, con la referencia No. 2424. Diríjase al Diccionario Griego (griego, porque esto es en el N.T.) en la parte de atrás en Strong y observe el siguiente registro:
Ιησουs Iesous, i-e-sus’; de origen hebreo [No. 3091]; Jesús (es decir, Jehoshua), es el nombre de nuestro Señor, y para otros dos o (tres) Israelitas:- Jesús.
Según el No. 3091, aprendimos que el nombre del Salvador es de origen hebreo. En la sección hebrea de Strong No. 3091, tiene los caracteres que son transliterados al inglés, y son como siguen: יקשע  Yehowshuwa’, yeh-ho-shu’-ah: o יקשע  Yehowshu’ayeh-ho-shu’-ah del No. 3068 y del No. 3467; Jehová-SalvóJehoshua (es decir, Josué), el líder Judío:- Jehoshua, Jehoshuah, (Josué). Compare Nros. 1954, 3442.
En el tiempo del nacimiento de Yahshua, la forma aceptada entre los judíos, no era Yahoshua, sí no más bien la forma abreviada Yahshua. En el A.T., este nombre se deletrea Josué y se encuentra en Num.13:16 de la Biblia King James y Reina Valera en donde Moisés cambió el nombre de la forma habitual israelita Oshea (u Oseas) a Yahshua. Que es, de salvación o salvador a “Salvación de Yah.”
Muchos libros de consulta están de acuerdo con la confirmación del Diccionario Teológico Kittle del Nuevo Testamento en la pg. 284, en el cuál afirma que el nombre Yahoshua fue reducido después del exilio, a la forma breve de Yahshua.
El hecho de que el Diccionario Griego (No. 2424) envíe a los lectores de regreso a la sección hebrea de la Concordancia de Strong, claramente muestra que el nombre Jesús es el resultado del nombre hebreo Yahshua.
Es más bien dudoso que la derivación Jesús, provenga de la deidad pagana de los griegos “Zeus.” Sin embargo, algunos trazan una relación hacia la “salvación” o “sanación” de EaZeus. Según el Diccionario de la Religión Comparativa (pg. 622), “Los griegos generalmente, identificaban al dios principal de los otros pueblos, con Zeus (p. ej. AmunHadadYahweh).” Según Bux y Schone, Worterbuch der Antika, referente a “Jesús,” encontramos: “Jesús realmente es adaptado del griego, posiblemente del nombre, de la diosa griega de la sanidad Ieso (Iaso).”
Aunque, alguna evidencia podría concluir que hay una conexión con una deidad griega, es más probable que “Jesús” sea un resultado de un ordinario intento para transliterarlo (convertir el sonido) del hebreo al griego, y del griego al latín, y después al inglés y al español, perdiendo en cada paso, su verdadera vocalización.
La concordancia Analítica de Young tiene una línea para Jesús, la cual se lee: JE’SUS, ‘Ιησουs, del hebreo  יקשע  salvador.
Como previamente señalamos, los cristianos primitivos eran ignorantes en el hebreo y negligentes en el idioma de aquellos “detestables judíos.” Por lo tanto, ellos dependieron de la Septuaginta griega (LXX) (Antiguo Testamento) como su fuente principal de información, en vez de ir directamente a los Textos Hebreos.
No estamos libres de rechazar el nombre Yahshua, el verdadero nombre enviado directamente por Yahweh a través del arcángel Gabriel. Tampoco estamos absueltos al llamarlo por el nombre fabricado por el hombre, el greco-latino Jesús.
Confiamos en que usted, solicitantemente, actuará en esta fundamental verdad y se probará a sí mismo que su verdadero nombre, como le fue dado a la humanidad por la más alta autoridad en el Universo, es Yahshua, “La Salvación de Yah.” Dese cuenta de que cuando usted invoca el Nombre de Yahshua, usted también está invocando el Nombre del Padre, y suplicando al único que puede dar Salvación.
‘ADONAÍ REEMPLAZA EL SAGRADO NOMBRE’
Los traductores primitivos que nos dieron la versión Inglesa y española de la biblia, no eran especialistas en el hebreo. Ellos basaron sus entendimientos principalmente, en los Textos Griegos de la Septuaginta para el Antiguo Testamento, y los existentes Textos Griegos para el Nuevo Testamento. En su mayoría, ellos eran ignorantes en el hebreo y a veces faltos en su conocimiento de la gramática, sintaxis (colocar en orden) y vocabulario hebreo.
Debido a la hostilidad entre los judíos y los soberanos romanos, era una práctica común para los soldados romanos buscar y destruir cualquier texto religioso hebreo, de los judíos y de la misma manera de los creyentes mesiánicos. Inicialmente, los romanos no hicieron ninguna distinción entre judíos y conversos del concilio primitivo, porque su adoración parecía básicamente el mismo. Ambos adoraban todos los sábados, el Shabbath (Día del Reposo) y cumplían con las festividades anuales, ambos leían del mismo pergamino hebreo del Antiguo Testamento en sus estudios y adoración. No fue sino hasta el tercer siglo en que se hico una distinción entre la adoración de los judíos tradicionales y aquellos que aceptaron a Yahshua como el Mesías.
La ignorancia reconocida a los eruditos cristianos primitivos acerca del idioma hebreo, descansan en el origen de la falta de ortografía y en el cambio en el Sagrado Nombre. Los judíos, a menudo, ponían en ridículo y se mofaban de los cristianos que afirmaban ser maestros pero, tartamudeaban en sus esfuerzos por pronunciar una simple palabra hebrea.
Para el tiempo del Mesías, la costumbre de no pronunciar el Sagrado Nombre en público por los judíos, llegó a ser mandataria. Esta práctica aparentemente surgió de la advertencia en Levíticos. 24:16, “Y el que blasfeme el nombre de Yahweh, ha de ser muerto; toda la congregación la apedreará; así el extranjero como el natural, si blasfemare el nombre de Yahweh, que muera”. Al no usar el Sagrado Nombre; uno no podía blasfemarlo y por lo tanto, este no era invocado sino por el Sumo Sacerdote en el día de la expiación. De esta manera, se dispuso en la sinagoga, la costumbre de leer “Adonay” en vez del Sagrado Nombre cuando el Tetragramaton  יהיה hwhy) aparecía en los textos. La acción lógica, por invocar un substituto en vez de invocar el Nombre; ya que el Nombre no podía ser blasfemado.
En Jeremías. 44:26 leemos otro versículo que suprimió cualquier pronunciación pública del Sagrado Nombre, principalmente, durante el cautiverio. “Por lo tanto, oíd la palabra de Yahweh, toda Judá que habitáis en la tierra de Egipto: He aquí he jurado por mi grande nombre, dice Yahweh, que mi Nombre no será invocado más en toda la tierra de Egipto por boca de ningún hombre de Judá, diciendo, ‘vive Yahweh Elohim.’”
Esto llegó hacer criticado, especialmente cuando los judíos fueron tomados cautivos por Babilonia. El Salmo 137 relata, que ellos rehusaban cantar las canciones de Sion (usando el nombre de Yahweh) en tierra extranjera, no sea que el Nombre y la adoración estén sujetos a burla por los gentiles. De este modo, la prohibición contra la pronunciación del Sagrado Nombre llegó a ser constantemente defendida y llegó a ser una costumbre difundida, hasta el tiempo en que el Salvador vino a la Tierra.
Si bien, los judíos zelotes no invocaban (vocalizaban) el Sagrado Nombre, fue costumbre de ellos escribirlo en las Sagrados Textos, colocando cuidadosamente las vocales de Adonay sobre el Tetragramaton, para prevenir al lector no pronunciar el Sagrado Nombre, sino más bien usar “Adonay ”. Los escribas que lo hicieron, no obstante, colocaron el Tetragramaton Hebreo (יהוה) en la traducción de la Septuaginta Griega. Los eruditos cristianos no entendieron estas cuatro letras hebreas muy sagradas (יהוה) y las vertieron al griego como pipi; pensando que ésta era el doblamiento de dos letras griegas –pi (πιπι) –leídas de izquierda a derecha antes que de derecha a izquierda como en el Hebreo. Cuando aparecía la pronunciación apropiada, ellos insertaban las letras griegas Ιαο, las cuales difícilmente corresponden a YHWH.
KURIOS, THEÓS: SUBSTITUTOS GRIEGOS PARA UN NOMBRE
Nuevos descubrimientos de manuscritos griegos del Antiguo Testamento revelan que el Sagrado Nombre fue preservado en letras hebreas o arameas en el primero y segundo siglos A.C.
En un trabajo literario en el Diccionario de la Literatura Bíblica, el profesor George Howard indica, “Según estos hallazgos podemos ahora decir casi con absoluta certeza, que el Nombre divino יהוה no fue traducido a Κυριοs [Kurios] en la biblia griega pre-cristiana, como muy a menudo se pensaba. Usualmente, el Tetragramaton fue copiado en arameo o en letras paleo-hebreas, o fue transliterado a letras griegas” (vol. 96, 1977, pg. 65).
Más adelante, Los traductores Griegos eliminaron totalmente el Tetragramaton Hebreo, (palabra Griega que significa “Cuatro Letras”) reemplazando el Griego Kurios [Señor] o Theós [Dios] por el Tetragramaton Hebreo, puesto que ellos creían qué el texto griego, era tan sagrado como el hebreo. Sin embargo, ni Kurios ni Theós es una transliteración del hebreo יהוהKurios y Theós no son nombres. Ellos no representan al Tetragramaton, tampoco tienen el mismo significado.
Howard, escribe, “Para finales del primer siglo cristiano, cuando la iglesia llegó a ser predominantemente gentil, la razón para conservar el nombre hebreo Yahweh fue olvidada y las palabras Kurios y Theós fueron substituidas por éste en las copias cristianas de Antiguo Testamento, la Septuaginta,… dentro de poco, el divino Nombre, también fue olvidado en la iglesia gentil, exceptuando, cuando éste era reflejado en el reducido substituto o cuando era recordado por los maestros,” Arqueología Bíblica Revisada, Marzo. 1978.
De esta manera, el Sagrado Nombre no sólo fue ocultado por los judíos celosos, sino que también, los substitutos griegos, pronto encontraron sus caminos dentro de las traducciones del Antiguo y Nuevo Testamento.
¿PORQUE LOS TÉRMINOS ‘DIOS Y SEÑOR?
Fácilmente, se puede ver qué el texto griego fue considerado tan sagrado como el hebreo, además, los reemplazos griegos para el Tetragramaton se pensaba que estaban sobre una posición firme, igual con el nombre hebreo. Cuando la Biblia fue traducida a otros idiomas, se usaron los textos griegos, debido a que los traductores tenían un mejor entendimiento del griego que del hebreo.
Siendo que Kurios y Theós son términos griegos, un substituto más familiar fue usualmente usado en cada idioma en el cual las Escrituras fueron traducidas; de este modo, “Kurios” fue representado por “Señor” y “Theós” fue reemplazado por “Dios” en los textos ingleses y españoles; estas designaciones como quiera, nunca debieron haber sido usadas como substitutos para el Sagrado Nombre. Sus connotaciones explican por qué. “Señor” proviene del antiguo ingles hlaford, que significa “guardián del pan”. Esto se refería a la persona que alimentaba el personal a su cargo, como, el Jefe de un estado feudal. (Diccionario Nuevo Mundo de Webster). El significado de Señor, corresponde precisamente con la deidad pagana Baal. “Dios” se deriva de la antigua raíz Teutónica (lengua Alemana) gheu, que significa invocar y vertir, como en una imagen fundida (“Dios,” Diccionario Inglés de Oxford). (Vea explicación adicional debajo.)
La base de ésta explicación para dios gheu tiene otro derivativo del antiguo inglés gydig y gidig, que significa “poseídoloco; y del Germánico gud-igaz, “poseído por un dios.” (Diccionario Herencia Americana según ghe). Esta fuente hace la notable afirmación, “Giddy puede remontarse a la misma raíz germánica gud -de la cual nos han dado la palabra God (Dios).”
ANTIGUA RAÍCES DE ‘DIOS Y SEÑOR’
Muchas referencias bíblicas revelan, que la palabra hebrea “Baal,” tiene el mismo significado que nuestras palabras inglesa y española “Señor.” Observe en las “notas al pie de página” y en la referencia de la columna central en Oseas. 2:16 de varias biblias p. ej., (“Baali=Mi Señor”- nota de ayuda bíblica). A través del libro de los Jueces, encontramos que Israel continuamente volvió atrás en la adoración a los Baalim (Dioses). En 1 de Reyes cuando Acab se situó como Rey, hundió a Israel en una adoración en gran escala de a Baal. Una versión interlinear mostrará que en 1 de Reyes 18:19 y 21, la palabra es “haBaal” que significa “el Señor”. Por causa de un Israel apostata, Yahweh se ha convertido en el “haBaal” (el Señor) de Israel.
En vez de tener una especial y cercana relación con Israel a través de su Nombre, Yahweh ahora encontró a Israel adorándolo con un título tradicional usado para los ídolos de las naciones de alrededor de ellos.
El profeta Isaías recriminó a Israel por sus abominaciones en servicio a ídolos paganos, uno de los más prominentes fue el dios Sirio del destino o suerte, conocido de otra manera como Gad: “pero vosotros los que dejáis a Yahweh, que olvidáis mi Santo Monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministrar libaciones para el destino” (Isa. 65:11). “Fortuna” es traducido del hebreo Gad, pronunciado “God” (Dios) (vea el Diccionario Hebreo y Caldeo de Strong No. 1409, y note la fonética de Gawd en esta referencia.).
La palabra en Ingles “God (Dios)” y su origen alemán “Gott” y “Gut” están conectados al antiguo ídolo Sirio “Baal Gad,” el cual Yahweh juzgó a Israel por adorarlo. El Nuevo Diccionario de la Biblia explica referente a Gad. “Una deidad pagana adorada por los Canaanitas como el Dios de la Fortuna, para quien ellos ‘preparaban mesas’” (Isa. 65:11).
Lea lo que el Diccionario Bíblico de Apoyo señala acerca de “Gad”: “una Deidad (o espíritu) de la fortuna mencionada en Isaías. 65:11 como un ser adorado junto con Meni (un dios de la fortuna o destino) por los judíos apóstatas, probablemente en el Judá post-exílico,” Vol. II, pg. 863. También esta fuente nos indica, qué “El lugar llamado Baal-gad, (. 11:17) podría ser interpretado como ‘Señor Gad’ o, como conectar un calificativo (gad) unido al nombre divino Baal” (Ibíd.).
¿Ha comprendido la importancia de lo que usted acaba de leer? Las naciones paganas qué se encomendaron destruir, tenían un lugar llamado Baal-gad el cual no es otro más que “Señor Dios”, una referencia en Isaías 65:11 ¡y la adoración a esta “deidad” por aquellos que olvidaron a Yahweh! Como afirma el Diccionario Bíblico de Apoyo: “Los apóstatas de Isaías 65:11 estaban orientados hacia Gad [Dios], no a Yahweh, como la fuente de bienestar y prosperidad” (Vol. II, p. 864).
 En Hastings, un Diccionario de la Biblia, encontramos que a palabra Gad o God (Dios) fue “originalmente, un apelativo” y fue usado como un nombre divino en la adoración pagana (ver Gad, pg. 76).
LABIOS QUE HABLAN ENGAÑOS
Unos cuantos que contienden contra la verdad del Sagrado Nombre se opondrían con un argumento como: “¿Usted está diciendo que yo necesito tener la pronunciación exacta del Nombre del Salvador en hebreo, o no tengo salvación! De modo que cualquiera, ¡en caso de que balbucee o sea incapaz de formar el nombre exacto como es en hebreo, está perdido?”
Con este argumento, ellos lacónicamente rechazan el único Nombre bajo el cielo dado a la humanidad para Salvación, por el mismo Yahweh. En Hechos. 4:12 dice que solo hay un nombre por el cual podemos ser Salvos. “y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
Quédese tranquilo que Él, quien ha creado la lengua del hombre, ¿nos daría un Nombre que no pudiéramos pronunciar? Si alguna incapacidad física, nos dificultara pronunciar el Nombre Yahweh, Él indudablemente miraría con aprecio la buena voluntad de aquellos que tratan, sin importar el resultado. Yahweh busca un corazón dispuesto y obediente (2Cor. 9:7); que es lo que realmente importa. Caminamos gozosamente en toda verdad a medida que Yahweh nos revela esto a nosotros, creciendo en gracia y conocimiento, Efe. 4:13.
Algunos pueden también preguntar si aquellos que nunca conocieron o invocaron su Nombre Salvador durante todas sus vidas, serian relegados al lago de fuego. La enseñanza en la Escritura es que seremos juzgados por lo que sabemos y no por lo que no sabemos. Si no sabemos algo, podemos hacer lo malo; primero s nos tiene que enseñar qué es una ofensa antes de que podamos ser responsables. Esto está claro en Hechos. 17:30, en donde Pablo dijo a los atenienses ignorantes, quienes estaban adorando ídolos en el monte de Marte: “Pero Yahweh, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hechos 17:30). “pasar por alto” quiere decir, no fijarse en. Lo que se constituye en pecado, por el cual somos responsables, es cuando sabemos la verdad pero la rechazamos (Santiago. 4:17). Vea la explicación de Yahshua en Mateo. 11:21-23.)
SU PUEBLO HONRA SU NOMBRE
Plantear argumentos para frustrar el Nombre, no es más que un fútil intento para menospreciar la profunda verdad. Llega a ser como una completa rebelión -es un esfuerzo testarudo para absolverse uno mismo de cualquier responsabilidad, recurrir al único y solo Nombre Salvador revelado.
La prueba efectiva es, si uno busca seguir TODA la verdad sin ninguna discusión o polémicas, hay que hacerlo tan cuidadosamente como uno sea capaz. A medida que demostramos nuestro completo deseo de librar nuestra religiosidad de todos los errores, Yahweh mira nuestro esmero y añade sus bendiciones a nuestra obediencia.
Yahshua dijo que la señal de su verdadera iglesia es que ésta no rechazaría su verdadero Nombre. Él le dice la verdad a la iglesia de Filadelfia, “Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y NO HAS NEGADO MI NOMBRE” (Apoca. 3:8).
Tenemos que honrar e invocar su verdadero Nombre con el más profundo respeto y reverencia, puesto que éste pertenece a nuestro Rey que viene pronto. ¡Podemos optar ahora por negar su nombre, pero no nos arriesgaremos a NEGARLO cuando estemos postrados delante del Rey del Universo cuando Él venga en su plenitud, en su majestuosa gloria y con su soberano Nombre, Yahshua!
Para aquellos que rechazan su Nombre y desprecian a quienes lo Santifican, Yahweh emitió algunas advertencias muy severas. “Oíd palabra de Yahweh, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por CAUSA DE MI NOMBRE, dijeron: Yahweh sea glorificado. Pero Él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos” (Isa. 66:5).
¿Quebrantaría USTED el Tercer Mandamiento?
Para aquellos que se consideran a sí mismos estudiantes sinceros de la Biblia, que se esfuerzan por agradar a nuestro Padre Celestial guardando sus Mandamientos, lo siguiente probaría ser mucho más interesante. Muchos versículos en la Biblia enseñan que los verdaderos conversos, son los que aman a Yahweh y guardan sus Mandamientos. Especialmente, los cinco primeros de los Diez Mandamientos que son los que se relacionan con la adoración apropiada al Padre Celestial (Deut.6:5-6; Juan. 14:15, 21; 1Juan. 2:5; Apo.22:14).
Pues éste es el amor a Yahweh, que guardemos sus Mandamientos; y sus Mandamientos no son gravosos” (1Juan. 5:3).
Los grupos que guardan el Shabbath (el día del reposo) en particular, se esfuerzan por guardar los Mandamientos, sosteniendo que ellos guardan propiamente cada uno de los Diez Mandamientos. No obstante, ¡el Tercer Mandamiento es el que más se pasa por alto o se ignora de todos los Diez! Éste es quebrantado prácticamente todos los días.
El Tercer Mandamiento explícitamente trata sobre la Santidad del Nombre de Yahweh. “No tomaras el Nombre de Yahweh tu Dios (Elohimen vano; porque no dará por inocente al que tomare su nombre en vano”, TSS. Poner en ridículo, omitiendo, ignorando o negando su nombre y usando nombres substitutos es sin duda alguna, el modo más erróneo de usar su Nombre y es quebrantar el Tercer Mandamiento.
Muchos Los Llaman por Su Nombre, Ayer y Hoy
La forma abreviada “Yah” del Nombre “Yahweh” se encuentra en las Biblias, versiones King James y Reina Valera en el Salmo. 68:4 en donde los traductores modernos erróneamente lo vertieron como “Jah.” Pero, como ya sabemos, la letra J debería de ser una Y.
La forma poética “Yah” se encuentra como sufijo en muchos nombres hebreos, tales como: IsaYAH (Isaías)YeremYAH (Jeremías)ZachariYAH (Zacarías)ZephaniYAH (Sofonías)HezekiYAH (Ezequías), y NehemiYAH (Nehemías). Su nombre también se encuentra en el prefijo de varios nombres hebreos, tales como: YAHokhébed (Jocabed), madre de Moisés), YAHed (Joed), YAHel (Joel), YAHezer (Joezer), YAHha (Joha), y en YAHnadab (Jonadab). La mayoría de estos nombres han sido también disfrazados con la incorrecta letra J.
Muchos de los Salmos ordenan y alientan a todos a invocar el Nombre de Yahweh. Observe estos ejemplos tomados de Las Sagradas Escrituras la cual, en vez del título “Señor,” tiene los nombres propios arreglados:
Alabaré a Yahweh conforme a su justicia, y cantaré al NOMBRE de Yahweh el altísimo.”(Salmo. 7:17) “! Oh Yahweh, Señor nuestro, cuan glorioso es tu NOMBRE en toda la tierra. Has puesto tu gloria sobre los cielos! ” (Salmo. 8:1) “Oh Yahweh, Señor nuestro, cuán grande es tu NOMBRE en toda la tierra” (Salmo. 8:9)
Cantaré a tu NOMBRE oh Altísimo.” (Salmo. 9:2)
“En ti confiarán los que conocen tu NOMBRE, por cuanto tú, oh Yahweh, no desamparaste a los que te buscan.” (Salmo. 9:10)
Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Yahweh, y cantaré a tu NOMBRE” (Salmo. 18:49)
Estos confían en carros, y aquellos en caballos; más nosotros en el NOMBRE de Yahweh nuestro Dios (Elohim) tendremos memoria.” (Salmo. 20:7)
Anunciare tu NOMBRE a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré.” (Salmo. 22:22)
 “Oh Dios (Elohim), sálvame por tu NOMBRE, Y con tu Poder defiéndeme. (Salmo. 54:1)
Cantad a Dios (Elohim), cantad Salmos a su NOMBRE; exaltad al que cabalga sobre los cielos. Yah es su NOMBRE alegraos delante de ÉL (Salmo. 68:4)
Los Salmos son para que los leamos todos, de la misma manera que el Salvador y como los escritores del Nuevo Testamento frecuentemente los citaron. Los Salmos están llenos de advertencias para llamar nuestra atención a la importancia del imponente y poderoso nombre Yahweh. Por lo tanto, los Salmos no pueden ser ignorados. En el libro de la Biblia llamado Deuteronomio, el título apropiado debería ser “Yahshua” no Josué. Este es el mismo nombre hebreo como el de nuestro Salvador, Yahshua. Los debates surgen naturalmente pero, ¿por qué no encontramos los nombres de Yahweh y Yahshua en nuestras Biblias? Por supuesto, ¡si los Sagrados Nombres son tan importantes, entonces deberíamos de encontrar el nombre del Padre Celestial y el de su Hijo, en casi todas las páginas de la Biblia! La Biblia les echa la culpa a los escribas y a los traductores:
¿Cómo decís: Nosotros somos sabios y la ley de Yahweh está con nosotros? Pero he aquí, la pluma mentirosa de los escribas, la ha cambiado a mentira,” Jeremías. 8:8, TSS.
¿No piensan cómo hacen que mi pueblo se olvide de mi NOMBRE con sus sueños que cada uno cuenta a su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi NOMBRE por Baal? (Jeremías. 23:7).
Por causa de la ignorancia, o intencionalmente, los traductores de la Biblia fueron negligentes en interpretar al Poderoso de los hebreos, como Yahweh (Su verdadero Nombre) y como Yahshua a su hijo, y no Jesús. El verdadero Nombre Yahweh, fue reemplazado por subtítulos comunes. (Solicite por el mini estudio, Descubriendo el Nombre Yahshua en la Biblia King James.)
Vale destacar estos valiosos materiales de información que nos ayuda a ilustrar el porqué de la desviación del verdadero nombre hebreo de nuestro Creador y Salvador. El alfabeto original no fueron letras, sino fueron figuras, que se representaban como:
Cabeza de buey, a la “aleph” (alef) moderna- א (a), que significaba “poder, fuerza y líder”.
Carpa o tienda, a la “beta” (bet) moderna – ב (b), que significaba “casa, familia”
Brazos levantados, a la “heh” (hei) moderna- ה (h), que significa “mirar, revelar y suspirar”, etc.
Así fueron con las demás letras que hoy la conocemos las 22 letras del alfabeto hebreo modernizado, que al inicio no tuvo vocales en las escrituras. Esa es la razón por la cual, el nombre sagrado de Dios hebreo, YHWH, no tenía vocales originalmente. Con la consideración de las 22 letras del alfabeto hebreo, Yahweh se preserva su Nombre con tres de las cuatro letras que se usan en hebreo como vocales o como consonantes: yoth (y), he (h), y waw (w). (La álefa, también se usa como vocal.) Esta verdad puede ser verificada en casi todos los libros de gramática hebrea, incluyendo los siguientes: Manual Para Principiantes De La Biblia Hebrea (Horowitz), pg. 7 en “Letras y Vocales”; Auto-Enseñanza Berlitz, pg.73 en “Los Desaparecidos Puntos Suspensivos”; Libo de Lectura y Gramática Hebrea” (Fagnani y Davidson) pg. 10 en “El Reposo y Mappiq,” y en ¿Cómo Se desarrolló el idioma Hebreo? (Horowitz), Pg. 28. Además, cerca del siglo séptimo, los escribas judíos conocidos como Masoretas, preservaron la pronunciación del hebreo, junto con los signos diacríticos o vocales con acento, añadidas a las palabras hebreas (Diccionario Bíblico Eerdman, pg. 699)
Tres de estas vocales forman el Tetragramaton o el nombre de Yahwehwhy (la letra he h se repite). Pero no solamente necesitamos contar con erudición moderna para esta información, ¡podemos recibir la información de un testigo ocular! En el primer siglo, el general, sacerdote e Historiador judío Flavius Josefus (Flavio Josefo 37-100?) escribió acerca del Sagrado Nombre grabado en la mitra del Sumo Sacerdote: “También una mitra de lino fino que rodea su cabeza, en la cual se ataba una cinta azul, alrededor de ésta había otra corona de oro, en la cual estaba grabado el Sagrado Nombre [de Yahweh] el cual consiste de CUATRO VOCALES” (Flavio Josefo-Guerra de los Judíos, Libro 5, capítulo 5, pg. 556).
Así como a los judíos le fue confiado el deber sagrado de perseverar los decretos y los estatutos de Yahweh (Rom.3:1-2), guardando y perseverando el Shabbath en su apropiada secuencia semanal a lo largo de la historia, ellos también han preservado la correcta pronunciación del Nombre por medio del idioma hebreo. La historia judía explica, qué a través de los siglos en el día de la expiación, el sacerdote, pronunciaba el sagrado Nombre, 10 veces al año. Un nombre tan venerado, nunca debió perderse en el Sacerdocio. Si el día de hoy usted preguntara a la mayoría de los judíos en Israel, si “Yahweh” es la verdadera pronunciación, ellos reconocerían que sí lo es. Los eruditos también han descubierto la pronunciación adecuada; y uno, ni siquiera necesita ir más allá de una enciclopedia estándar para ver los hechos.
“La pronunciación ‘Jehová’ es consecuencia de un error entre los cristianos, debido a la combinación de las consonantes Yhwh (Jhvh), con las vocales de ‘adonay’, ‘Señor’, el cual los judíos, cuando leían las Escrituras, lo sustituían por el Sagrado Nombre, comúnmente llamado el Tetragramaton (יהוה), debido a que contiene cuatro consonantes... La tradición rabínica, de qué después de la muerte de Simeón el Justo (290. A.C.).  Éste nombre no fue más pronunciado aún en estas ocasiones, es desmentida por la irrefutable afirmación de que en la última generación, antes de la caída de Jerusalén (70. A.C.), éste se pronunciaba tan bajo que los sonidos se perdían en la salmodia de los Sacerdotes. Después de ese suceso, el uso litúrgico del Nombre cesó pero, la tradición fue perpetuada en las Escuelas Rabínicas; éste también continuó siendo empleado por los curanderos, exorcistas y magos. Además, éste se encuentra en papiros de magia. Esto es afirmado por Filón de qué solo los Sacerdotes podían pronunciarlo, y por Josefo, quien afirma que, a aquellos que tenían conocimiento de esto se les prohibió divulgarlo; finalmente, los samaritanos tomaron parte de las consideraciones de los judíos, con la excepción de que ellos usaban éste en juramentos legales o (judiciales)... por esta razón, los eruditos cristianos primitivos aprendieron finalmente, la verdadera pronunciación.”
Otras referencia nos señalan, “Por esta razón, los eruditos cristianos primitivos, fácilmente aprendieron la verdadera pronunciación. Clemente de Alejandría (†. 212) lo escribe, Iaove o Iaovai (o Iaov en un manuscrito), Orígenes (†. 253-54) ‘Iau, y Epifanio (†. 404) IaBe (o Iave en un manuscrito); Teodoro (†. 457) indica, qué los samaritanos lo pronunciaban IaBe “(Vol. 12). La poesía samaritana empleaba el Tetragramaton y después lo rimaba con palabras que tenían el mismo sonido, como Yah-u-e (Diario de la Literatura Bíblica, 25, pg. 50 y en la Enciclopedia Judía, vol. 9, pg. 161).
“La pronunciación Yahweh se expresa por la transliteración del nombre al griego en la literatura cristiana primitiva en la forma de iaoue (Clemente de Alejandría) o iabe (Teodoreto: en aquel tiempo la “b” griega, tenía la pronunciación de “v”)... estrictamente hablando, Yahweh es el único ‘nombre’ de Dios. En el libro de Génesis, en cualquier lugar que aparece la palabra shem (‘nombre’) y está asociada con el divino Ser, ese Nombre es Yahweh,” El Diccionario Bíblico de Eerdman, 1979 pg. 78.
La V, en Latín, mencionaba aquí, tiene el mismo sonido que la W en el inglés, compartiendo una cercana afinidad con la U (El Diccionario Latín de Harper). Por esto es que la W (“doble u”) es formada de dos Ves. La V fue usada primero como una vocal, sólo después se convirtió en una consonante. La V proviene de la U, la cual la sigue en el alfabeto.
“La expresión de Dios, ‘YO SOY EL QUE SOY’, está sin duda conectada con su Nombre el cual está escrito en el texto hebreo con las consonantes Yhwh, la pronunciación original la cual está bien sustentada, como Yahweh”. La semejante conclusión de otorgar ‘Yahweh’ como la pronunciación del nombre, es confirmada por el testimonio de los patriarcas y escritores gentiles, donde aparecen las formas IAOYaho, Yaou, Yahouai, y Yahoue. Es muy importante la afirmación de Teodoreto en relación a Exo. lvi., cuando él explica: “Los Samaritanos lo llamaron [al Tetragramaton] ‘Yabe,’ los judíos lo llamaron ‘Aia’...” La nueva Enciclopedia Religiosa Schaff-Herzog, “Yahweh,” pg. 471.
En los Escritos en la Biblia Arqueológica Revisada, el Catedrático Anson F. Rainey, Profesor de Lingüística Semítica en la Universidad de Tel-Aviv, confirma que Yahweh es la pronunciación correcta: “Yo cito la evidencia de los papiros griegos encontrados en Egipto. El mejor de estos es Iaoue (Londres Papiry, xlvi, 446-483). Clemente de Alejandría dijo, ‘El místico nombre que es llamado el Tetragramaton… es pronunciado Iaoue, el cual significa, “El Que Es y el Que Será.’”
La evidencia interna del idioma hebreo es igualmente fuerte y confirma la exactitud de las transcripciones griegas. Yahweh proviene de una raíz verbal desarrollada del pronombre de la tercera persona, *huwal* hiya. En la tradición judía está prohibido pronunciar el Sagrado Nombre y su verdadera pronunciación está supuesta a permanecer en secreto. El hecho es que los judíos masoretas (Quienes colocaron los signos diacríticos en el texto hebreo) tomaron prestadas las vocales de otra palabra, ya sea de Adonay ‘mi señor(es),’ o de Elohim ‘Dios.’ Ellos evitaron abreviar cada vocal en éste préstamo debido a que éste podría conducir a los lectores de la sinagoga a cometer un error y pronunciar correctamente la primera silaba del Sagrado Nombre, es decir, Ya. La forma vocalizada que uno encuentra en la Biblia Hebrea es usualmente Yehowah, de la cual obtenemos en el inglés la forma JehovahYehowah / Jehová, no es más que una falsa palabra fantasma, ésta nunca fue usada en la antigüedad; los lectores de las sinagogas veían Yehowah en sus textos y lo leían Adonay’”
Las Cuatro Vocales יהוה
Uno de los conceptos erróneos más comunes acerca del Sagrado Nombre, es que sus cuatro letras son consonantes. De hecho, su Yod (י), he (ה), waw (ו), y he (ה) representadas arriba en ambos idiomas paleo-hebreo o antiguo hebreo y las letras cuadradas más modernas, pueden ser usadas lo mismo como vocales que como consonantes (como la Y en Inglés). Junto con la álef a, estas son las letras Hebreas conocidas como vocales-consonantes o semivocales. En su sabiduría, Yahweh preservó la pronunciación de su Nombre junto con estas cuatro letras versátiles.
Aquí está cómo suenan las tres semivocales en hebreo יהוה:
י  i como en “si” o y como en “yes”
ה ah como en “bah”
ו u como en “you”
ה eh o “ah” como en “bah”
El idioma griego tiene transliterado estas letras-vocales como, IAOUE (Ιαουε), “i-ah-oueh.” Estas letras griegas, también son vocales, confirmando que el Nombre está compuesto de cuatro vocales hebreas. Si son vistas estrictamente como consonantes, los valores de estas letras son:
Y como en “Yes”
H como en “José”
W como en “Walter”
H como en “José”
Malaquías 3:16 dice: “Los que temían a Yahweh (Jehová) hablaron cada uno a su compañero; y Yahweh escucho y oyó y fue escrito libro de memoria delante de el para los que temen a Yahweh y para los que piensan en su nombre”.
Lo que debemos saber y entender que Dios se manifestó a Moisés y se presentó con su nombre hebreo y no en otro idioma. Entiendo que el nombre Yahweh es hebreo y no español ni francés. También la palabra Dios es un vestigio del Holandés god, del Alemán gott y del lenguaje Teutónico guth. Los nombres son transliterados, lo cual significa que los sonidos son llevados sin cambiarlos de un lenguaje a otro. Ellos no son traducidos a otros idiomas. Algunos se preguntarían “¿Pero qué me dicen de la forma similar tales como: John, Juan y Johann o Peter y Pedro?” Es cierto de que los idiomas difieren, tienen versiones análogas de ciertos nombres pero eso no cambia el hecho de que su nombre dado siga siendo el mismo, no importa a cual país usted viaje. (Observe también cuánto SE PARECEN estas traducciones una a otra, a distinción de “Yahweh” y el completamente disonante y sin parentesco “Dios.”)
Los nombres absolutamente no cambian de idioma a idioma. si un Jefe de Estado extranjero visita Sur América, no podemos intentar salir con una versión en español o traducir su nombre. Por ejemplo, un noticiero en español reporta: Gordon Brown, el primer Ministro de Inglaterra.... éste sigue llamándose “Gordon Brown.” Hosni Mubarak sigue siendo “Hosni Mubarak” Barack Hussein Obama continúa siendo “Barack Hussein Obama.” Tratar de salir con un equivalente a los nombres en español, sería un proceder inútil ya que allí no habría ninguno. Además, hacerlo de éste modo cambiaría el nombre de las personas e inutilizaría el nuevo nombre como un medio de identificación. Es lo mismo de cierto con el Nombre de Yahweh -sólo un nombre, Yahweh, lo expresa y lo define como Él es. Yahweh y solamente Yahweh mismo, puede cambiar Su Nombre, si así a él le placiera. Aún más, a través de las Escrituras encontramos que “Yahweh” es lo que Él mismo demanda ser llamado. “Este en mi nombre para siempre; con él se me recordará por los siglos” Éxodos. 3:15.
Israel también pensó qué cualquier nombre comúnmente usado en adorar, era apropiado en la adoración a Yahweh. ¡Qué gravoso error! Debido a que “Baal era muy popular con sus vecinos paganos, ellos también empezaron a usarlo cuando invocaban a Yahweh. Por lo tanto Yahweh dijo en su ira contra Israel, “Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades... y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Yahweh...en aquel tiempo dice Yahweh, me llamaras Ishi (marido) y nunca más me llamaras Baali. Porque quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más se mencionaran sus nombres. (Oseas. 2:11, 13,16-17).
Muchos dirían porque Dios tiene muchos nombres, nuestras oraciones de igual modo irían a Él, si usamos cualquiera de esos nombres.
Esta es el mismo método que usan los paganos, el cual era algo como esto: “Él es BelMerodach en Babilonia, Baalzebud en Filistea, Zeus en Grecia, y los Romanos lo llaman Júpiter.” No importa que cada nombre signifique un modo diferente de adorar.
El profeta Miqueas hace resaltar esto en Miqueas. 4:5 revelando la falsa “conducta” expresada en cada uno de los diferentes nombres: “Aunque todos los pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Yahweh nuestro Elohim (Dios) eternamente y para siempre”. Su nombre es mucho más que una designación. Éste connota una buena definición, el modo específico, ordenado para adorar qué solo pertenece a Él, que tiene el Nombre de Yahweh.
Decir que Yahweh tiene muchos nombres, es un concepto erróneo que va en contra de la costumbre de restringir el uso personal de Yahweh, divulgando el Nombre con títulos genéricos, como si no hubiera ninguna diferencia. Ésta falsa creencia de que Él tiene “muchos nombres” se remonta a los judíos de la edad media. En un intento por ocultar el Nombre Sagrado, estos judíos impusieron términos y títulos genéricos en la distinción de su Nombre personal, para más adelante ser usados por ellos mismos, como substitutos para el Nombre.
En sus títulos se incluyen: El, Eloah (singular, que significa el poderoso) y Elohim (plural); éstos títulos son a veces combinados con otras palabras descriptivas: El Elyon (el altísimo, el poderoso); El Shaddai (el todopoderoso, el poderoso); El Olam (“El Poderoso de la Eternidad”); El Dath (“El Poderoso del conocimiento”); El Roi (“El Poderoso de la visión”).
“Estrictamente hablando, dice en el comentario del diccionario internacional de la biblia, Yahweh, es el único ‘nombre’ de Dios. En el libro de Génesis en cualquier lugar que aparece la palabra Shem (‘nombre’) es asociada con el Divino Ser, cuyo nombre es Yahweh... Yahweh, por tanto, en contraste con Elohim, es un nombre propio, el nombre de una Persona, aunque esa Persona sea divina.” Pg. 478. Otra referencia señala acerca de “Yahweh,”: Éste es el nombre íntimo, propio del Dios de Israel por excelencia...y “Este es el nombre personal de Dios, tan distinguido de tales nombres genéricos o prescindibles como, ‘El, ‘Elohim, Shaddai, etc.”
Los atributos son a veces conectados con Su Nombre:
Yahweh Yireh (“Yahweh provee”); Yahweh-Nissi (“Yahweh es mi Estandarte”); Yahweh-Shalom (“Yahweh envía Paz”); Yahweh-Zidkenu (“Yahweh es Nuestra Justicia”–el nombre por el cual Yahshua sería conocido, (Jeremías. 23:6); Yahweh-Shammah (“Yahweh está allí”); Yahweh-Rafá (Yahweh Nuestro Sanador”); Yahweh-Mekaddishkem (“Yahweh te Santifica”); Yahweh-Sabaoth (“Yahweh de los Ejércitos”); Yahweh-Elyon (“Yahweh El Altísimo”); Yahweh-Roi (“Yahweh es mi Pastor”); Yahweh-Shua (“Yahweh es Salvación”).
Estos atributos usados con el Sagrado Nombre son descriptivos, designados y no tienen que ser confundidos con Su Nombre personal. Menos aún, el título “dios” con seguridad, no puede contener el significado que estos títulos específicos connotan o sugieren, mucho menos ser usados como un nombre personal para la Majestad de los cielos. “Mr.” es un título, no un nombre, como lo es “Sr.”, “Dr.”, y "Presidente.” Cada uno define la reputación, posición y rango de una persona pero no la identifica distinguiéndola de cualquier otra con el mismo título. Pablo escribió en 1Cor. 8:5. “Como hay muchos dioses y muchos señores...” Entonces, ¿“cual deidad” queremos decir cuando usamos “Dios” y “Señor”? Colocarles letras Mayúsculas no hace a estos nombres términos universales.
Yahweh inspiró al profeta que escribiera. “Yo soy Yahweh: este es mi nombre, y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas” (Isa.42:8). Yahweh se nombró a sí mismo. De éste modo es como él espera ser llamado. En Éxodo 23:13, Él advierte: “Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombres de otros dioses no mentareis, ni se oirá de vuestra boca.”
El Salmo 83:18 nos dice que Él tiene solamente un nombre: “Y conozcan que TU Nombre es Yahweh; TÚ solo Altísimo sobre toda la tierra.”
En el Nuevo Testamento, en Hechos. 4:12 se lee, “Y en ningún otro hay salvación; porque NO HAY OTRO NOMBRE bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.”
Su Nombre Ofrece Protección y Salvación
La naturaleza Salvadora del Nombre de Yahweh será dramáticamente demostrada, cuando el tiempo se cumpla y las plagas sean liberadas sobre éste mundo. Tal, como los cuatro ángeles están de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra listos para soltar sus devastaciones. En Apocalipsis 7, Juan observa otro ángel que interviene. Ese ángel emite una orden específica a los otros cuatro: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro (Elohim) Dios (Apoc.7:3).
¿Cómo están los siervos de Yahweh “sellados”? Encontramos la respuesta en Apoc.14:1: “Después miré, y he aquí el cordero estaba de pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente”.
Su nombre es una señal de identificación y ofrece protección contra la inminente calamidad qué asolará ésta tierra a causa de la ira de Yahweh. ¿Cómo puede Él castigar a aquellos que no tienen Su Nombre en sus mentes y en sus corazones? En el noveno capítulo de Apocalipsis somos testigos de lo que sucede con aquellos que no tienen la protección de su Nombre: “Y se les mando [a las langostas] que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Elohim (Dios) en sus frentes. Y les fue dado, que no los matasen, sino que los atormentasen cinco meses. Y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al nombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte pero no la hallarán; y ansiarán morir pero la muerte huirá de ellos” (Apoc.9:4-6).
Otra vez, note qué precisamente éste es el pueblo de Yahweh; los que han sellado sus frentes; para entonces ser salvos y vivir en el Reino de la Nueva Jerusalem: “Y no habrá más maldición; y el trono de Elohim (Dios) y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes” (Apoc.22:3-4).
Imagínese hoy la vergüenza de revelarse contra su Nombre. ¡Sólo tenerlo en nuestras frentes en el Reino! Esto nos da serios dilemas, si alguno deliberadamente rechaza su Nombre, nunca estaría en el Reino.
El profeta Ezequiel profetizó lo que Yahweh haría en el Reino, “Y haré notorio mi santo Nombre en medio de mi pueblo Israel, y nunca más dejaré profanar mi santo nombre; y sabrán las naciones que yo soy Yahweh, el Santo de Israel” (Eze.39:7).
Únanse con aquellos que invocan el nombre de Yahweh. El libro de los Hechos ojalá que tenga un último capítulo, el 29, escrito un día de estos; y esperamos que usted se una en oración para que nuestros nombres estén registrados en el libro del pueblo de Yahweh y ¡no sea borrado!
Su Nombre es el Fundamento de Toda Verdad
Ahora que hemos visto, qué el nombre de Yahweh es el fundamento para la veracidad de las escrituras, también podemos darnos cuenta de cómo esto forma la base de la auténtica adoración, lo cual constituye el templo espiritual.
Cuando Yahweh dijo a su pueblo que conocerían su Nombre, Él quiso decir qué a través de su Nombre revelado Él se daría a conocer a sí mismo. Por anunciar a su pueblo su Nombre y después salvarlo, Él manifestó su más íntimo carácter y su perfecta naturaleza. Como expresa el Manual de la Biblia Concisa: “Conocer” en el Antiguo Testamento va más allá de la simple posesión de información, va hasta el gozo activo de amistad con la persona conocida” P. 54. Él es nuestro PADRE Celestial. Lo adoramos en una confianza que ningún otro nombre o título puede posiblemente expresar. Su Nombre une a su pueblo en una relación de pacto.
Por los últimos 2,000 años las sectas religiosas han estado construyendo otro templo, el cual reposa sobre otra piedra angular, tallada de una cantera de enseñanzas greco-romanas. Estas creencias están cimentadas en prácticas, filosofías humanísticas, helenísticas y costumbres latinas paganas, e incluyen a un Salvador que utiliza un nombre griego latinizado. Éste edificio espiritual no reposa sobre la base del verdadero Redentor de Israel. Nuestra biblia es HEBREA no griega ni romana.
Las escrituras claramente revelan que la Salvación está disponible solo en “La piedra reprobada por vosotros los edificadores” (Hechos. 4:12). El versículo 12 también afirma “Porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (NVI). El versículo 1 revela que aquellos que habían hablado, eran los sacerdotes y los saduceos, y el idioma que se hablaba en el templo era el hebreo.
Su Nombre está siendo llevado a todo el pueblo siguiendo el ejemplo de Pablo. “Yahshúa le dijo: ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel” (Hechos. 9:15). Yahweh prometió que su nombre sería grande entre los gentiles. Todo el mundo honrará y ofrecerá oraciones a su Nombre.
“Porque desde donde nace el sol hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es mi nombre entre las naciones, dice Yahweh de los ejércitos”. (Mala. 1:11).
El último mensaje que será dado antes del regreso del Salvador, es la proclamación del Nombre de Yahweh en el poder y espíritu de EliYAH (Elías): “He aquí, yo os envío el profeta Elías (EliYAH), antes de que venga el día de Yahweh, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición” (Mala. 4:5-6).
Tenemos la confianza en el Nombre: Juan 3:13, 1 Juan 3:23. Estamos guardados en su Nombre, Juan 17:11, Prov. 18:10. Somos justificados en su Nombre, 1Cori. 6:11. Su Nombre mora entre nosotros, Deut.12:5,2 Sam.7:13. Su nombre influye y nos controla en conducta y reverencia, Lev.18:21; Rom.15. Una completa reverencia debe de ser dada donde Yahweh elija colocar su Nombre, Deuter.12:11. Y algún día, TODAS las naciones honrarán e invocarán su Nombre, Apoc.15:4.
Retorne a la primera verdad dada a los patriarcas, y CONOCERA a su Padre Celestial al llamarlo por su Nombre personal revelado, Yahweh.
Nota:
La palabra griega “Christos” y no Cristo-la palabra griega que fue adulterada por Constantino, es una traducción del hebreo “Mashiach” (Mesías), significa “ungido” o “el ungido”


MARANATHA - PERU

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