¿CÓMO NACE LA RELIGIÓN CRISTIANA?
MITOS Y LEYENDAS MADRE DE LAS RELIGIONES DEL MUNDO
Es importante considerar hacer un análisis
de las mitologías, respecto a las muchas alusiones de ceremonias que fueron la
base de inspiran en el nuevo testamento de la biblia cristiana.
Desde los inicios de los primeros
habitantes de la tierra, expresaron su necesidad de comunión con su creador,
llevando su equivocado sentido a la religiosidad en mitos y leyendas del
pensamiento humano, determinando el equivocado destino del hombre a la idolatría.
Por medios de estudios e investigaciones
comparativas y científicas, son explicadas los fenómenos contradictorios por
muchos siglos han demostrado plenamente con mucha propiedad las investigaciones
recopiladas por Seemann, Cox, Bulfinch y otros muchos más de los citados.
Espero aportar con un granito de arena,
aclarando la contradictoria fe en Dios y sus santos de la religión universal
del cristianismo y otras corrientes orientales llevado al contexto de la biblia
cristiana.
Los historiadores han fundamentado las
historias registradas de todas las colecciones de cuentos y leyendas, que están
relacionados a las deidades paganas, a los demonios y a otros seres que han
sido preservados en las creencias populares, a lo que le denominaron mitología
los historiadores. Mito son narraciones imaginarias, acerca de las deidades o héroes
imaginarios para explicar los fenómenos de la naturaleza. Termino que nace con
más relevancia en el antiguo imperio heleno fundado por Alexander Magno, con la
extraordinaria imaginación del historiador mítico Homero y sus sucesores.
En casi todos los casos de la historia
mitológica, las deidades eran personificaciones de fenómenos o poderes de la
naturaleza. Los habitantes del mundo antiguo tenían diferentes consideraciones
de lo que veían y oían muy diferente a nuestra realidad en que vivimos el día
de hoy. Cuando hablaban de la salida del sol, afirmaban que algo sucedería sin
estar seguro de lo que acontecerían sus predicciones. Pero, cuando llegaba la
noche decía, que su amigo el sol había muerto, pero cuando volvía al amanecer,
al salir el sol, se regocijaban porque con su luz traía la vida nuevamente. De
esta manera creyeron que el sol, la luna y las estrellas; los ríos, los bosques;
podían ver, sentir y pensar. Es decir, tener vida propia en sí misma.
Cuantas consideraciones tenían al decir,
que la mañana viene antes de la salida del sol, y que el crepúsculo de la tarde
sigue al atardecer. Al decir que el sol era amante de la aurora que iba delante
de él, el sol deseándola alcanzar, iba matándola con sus rayos brillantes como
lanzas; ahí la representación del sol el poderoso Theos (Zeus) olímpico, con
sus rayos en su mano lanzando a sus enemigos.
Podríamos enumerar muchas creencias del
sol, y la tierna luz del amanecer, con un calor agradable, como el amigo del
hombre. Pero cuando había un calor que provocaba la sequía, decían que el sol
estaba matando a sus hijos, cosas así.
Agradecemos el exquisito trabajo del
profesor Max Müller, quien ha desbloqueado casi en su totalidad los secretos de
las mitologías, descubriendo las conmovedoras poesías de las antiguas leyendas.
Al estudio de las lenguas se denomina,
Filología. Esta ciencia del estudio del lenguaje, ha sido de mucha ayuda a los
estudiosos de la mitología, como es el caso de la raíz del objeto de culto,
mostrando el significado en la idea de la adoración. Como también, para
demostrar la identidad de las deidades de los diferentes pueblos y naciones de
diferentes épocas, cuyos nombres, aparentemente diferentes, se han resuelto que
tienen la misma raíz y un mismo significado en casi todas las historias
mitológicas.
Fiske nos dice:
“la Filología nos ha permitido leer los
pensamientos primitivos de la humanidad. Un gran número de los nombres de las deidades y héroes
griegos no tienen ningún significado en el idioma griego, pero sus
nombres producen en sánscrito, con sentido simple de las físicas”.
*El sánscrito es una de las lenguas más antiguas
indoeuropeas, se usa actualmente
como lengua litúrgica en el hinduismo, el budismo y el jainismo. Hoy en día es uno de los veintidós idiomas oficiales de la India.
El estudio
de la mitología, es un aporte importante para revelarnos de las absurdas
ceremonias y máximas impías del paganismo, que nos ha llevado a una inspiración
de respeto por la majestad en las religiones de las naciones modernas, que no
tiene nada de pureza ni moral.
El descubrimiento
y descifrar la historia cultural la mitología universal, nos permite entender,
como los griegos de la edad antigua creyeron, que sus divinidades habían sido o
eran personas reales, como nos explican los estudiosos de la mitología. Los
filósofos explicaron, que las leyendas que les concernían a ellos, eran
representaciones alegóricas de las verdades físicas naturales y morales.
Por ejemplo,
cuando el hindú habla del “padre Dyaus” o de la “esbelta vaca de Shiva”, es la
personificación del cielo y de las nubes, habiendo sido mucho más antes de la
etapa homérica. En el lenguaje griego se perdieron estos significados físicos
donde pasó a simples personajes, como Zeus, Hermes, Atenea, etc., olvidando el
mito original hindú.
Otro de los
principales resultados de las comparaciones es, la semejanza entre todas las
historias de los credos, deidades y héroes, solamente, con una manera diferente
del sentido en la escritura.
A esto dice
Cox, “la esencia del paganismo es el reconocimiento de las fuerzas de la
naturaleza, como agentes divinos, estupendamente personales, como divinidades y
demoniacas”.
Todo esto
nos lleva a la conclusión, que todos los mitos o leyendas de diferentes
culturas antiguas tienen una sola fuente en común, de lo que vieron y oyeron
hablaron el sentido del mundo que les rodeaba, siendo transporta a las nuevas apariciones
de pueblos y naciones como personificaciones heredados de sus ancestros.
Ruskin define todo esto en tres términos
bien definidos:
I. Tiene un carácter físico. Representa
algunas de las grandes potencias u objetos de la naturaleza, como el sol, la
luna, los cielos, los vientos o el mar. Las fábulas relacionadas primero con cada deidad representan
figurativamente la acción del poder natural que representa; tales como la
elevación y la puesta del sol, las mareas del mar, y así sucesivamente.
II. Tiene un carácter ético y
representa en su historia los tratos morales de divinos con el
hombre. Así, Apolo es, primero,
físicamente el sol que lucha con la
oscuridad, pero, moralmente, el poder de la vida divina que lucha con la
corrupción. Atenea es
físicamente la luz del amanecer, moralmente la respiración del espíritu divino
de la sabiduría. Poseidón es
físicamente el mar; moralmente, el poder supremo de la pasión.
III. Tiene un carácter
personal, y se realiza en la mente de sus fieles como un espíritu vivo, con el
cual los hombres pueden hablar cara a cara, como un hombre habla con su amigo a
través de una oración.
Cuando hace
un paréntesis de seguir contando los acontecimientos socializadas, los mitos en
cultos por medio del credo, fácilmente podemos darnos cuenta que todas las
religiones del mundo actual, son resultados de los mitos mutados en una nueva
religión.
En base a
estas creencias físicas o personales, despertaron en la mente de los poetas
griegos, en la creencia de que la tierra era plana y circular, creyendo que su
país se encontraba en el centro, como punto central el Monte Olympus (luminoso),
la morada de los Delphi (deidades), históricamente famoso por su oráculo en
Delfos.
La mentalidad de aquella sociedad suponía
que el amanecer, el sol y la luna emergían del océano, y recorrían por el aire
dando luz a las deidades y la humanidad. Por eso, los griegos creían que sus
deidades tenían la forma humana, con la diferencia que eran más belleza física,
con poder y de gran tamaño, porque consideraban que el gran tamaño era el
atributo que le correspondía a una divinidad. Sea hombre o mujer, con la
capacidad de inmortalidad y transformación a su antojo, pero podrían ser
heridos. Pero con las mismas necesidades que la vida humana de comer, beber y
dormir.
Cuenta la historia de la vida, vivencia y
la residencia de las deidades míticas; Homero,
Hesíodo y Herodoto, geográficamente lo
ubican en las montañas cubierto de nieve de Olympus, en Tesalia. La puerta de ingreso
al olimpo, dice haber sido una puerta de nubes controlada por la deidad Horae (las estaciones), quienes abrían
y cerraban para permitir el paso de lo celestial hacia la tierra, como de su
regreso. La residencia de las divinidades en el olimpo estaba divididas una de
la otra, como también había deidades que tenían su residencia en la tierra, en
el submundo de la tierra y en el fondo marino. Todas estas deidades, en el
palacio del rey olímpico, Theos
(Zeus), todos los días festejaban con muchas delicias (ambrosía) y bebidas
(néctar), siendo proveído el néctar por la encantadora deidad Hebe. En estas reuniones diarias
trataban de los asuntos del cielo y la tierra, y mientras trataban estos
asuntos y comían, Apolo, la deidad
de la música, deleitaba con el sonido de su lira, acompañado con el canto de
las musas.
Tal fue la imaginación de los griegos del
concepto de las moradas de las deidades del olimpo que ellos habían concebido.
Los romanos, dice Bulfinch, antes de conocer la poesía griega, parece no haber
tenido la idea definida de la naturaleza de las deidades griega. Pero la raza
romana y etrusca de ninguna manera carecía de una religiosidad, sino eran muy
respetosos de las religiones. Ellos veneraban a sus antepasados y a sus muertos, y cada familia tenía
el deber de mucha importancia de rendir culto a sus antepasados. La imagen de
los difuntos, estaban colocados en un lugar de la residencia, convertidos en un
lugar sagrado de cada familia. Celebraban ritos conmemorativos en su memoria,
en fechas fijas por estas y otras observancias religiosas, el hogar familiar se
consagraba.
La historia religiosa de los griegos se
convierte en la adopción de otras mitologías, como la de los celtas, que, según
las costumbres griegas de rendir culto a las deidades, sean conocidos o no, se
apropiaron, eligieron y adoptaron fácilmente las divinidades que tenían la
mayor afinidad con los suyos, formando así una creencia religiosa, con la
fuerte impresión de su naturaleza antigua. Pero como sabemos históricamente,
los celtas primitivos eran menos civilizados que los griegos, siendo su
mitología de un carácter bárbaro, y estos sucesos mezclado con los hechos de
que los romanos no tenían las mismas imaginaciones que los griegos, los celtas
dejaron su marca en la mitología romana, que tenían poca imaginación en
concepto de la fantasía, deficiente en la creatividad de historias, como de
cuentos e ideas maravillosas, poesías que caracterizaban fuertemente a los
griegos.
Términos y nombres surgidos de las leyendas y mitos combinados
en la existencia están comprendidas en la biblia cristiana y otras religiones
orientales.
Cosmogonía
Es
el derivado del griego κόσμος kosmos (mundo) y la raíz γέγονα, gégona (nacer) es una narración mítica que pretende dar una
respuesta al origen del universo, aun de la propia humanidad.
Teogonía
Viene
del griego Θεογονία, Theogonía, literalmente “Origen de los dioses”(una de las obras claves de la épica
grecolatina), es una obra escrita por el historiador Hesíodo, que contiene un de la más antiguas versiones del origen
del mundo griego y la distribución de los reinos de la tierra para la trinidad griega: Theos
(Zeus) cielo; Poseidón (Mares y
océanos) y Hades (inframundo).
Linaje de las deidades de la mitología griega. Esta obra se remonta entre los
siglos VIII o VII antes de la era común. Ósea, en el occidente se dice antes de
cristo.
La trinidad
griega y la distribución de los reinos en la Tierra: Zeus (el Cielo), Poseidón (Mares y océanos) y Hades (Inframundo)
La historia mítica griega representa el mundo
conformado por el Caos, considerado
como una masa heterogénea que contiene todas las semillas de la naturaleza. De
acuerdo a la misma mitología o leyenda, Gæa/Gea o
Ge (la tierra) expuso por primera vez, de una manera no muy comprensible de caos, con lo que el Tártaro (el abismo) se abriera
inmediatamente, y Eros (el amor)
surgiera a la vida.
Erebus, Ἔρεβος Érebos (oscuridad, negrura o sombra) y Nyx, Νύξ (‘noche’
del latín ‘Nox’ romanizado) eran los hijos de Hemera (el día) y Æther/éter
(el
aire).
Nyx según Hesíodo
En
la Teogonía de Hesíodo, la Noche nació del Caos. Su descendencia es mucha, y
reveladora. Con su hermano Érebo (Oscuridad), la Noche concibió
a Éter (Puro
brillo, Luminosidad) y Hemera (Día). Más tarde, por sí
misma y sin intervención masculina, Nyx
(la noche) engendró a Moros (Destino), Ker (Perdición),
Tánatos (Muerte), Hipnos (Sueño), Geras (Vejez), Ezis (Dolor), Apate (Engaño), Némesis(Castigo merecido), Eris (Discordia), Filotes (Amistad, Ternura), Momo (Burla),
las Hespérides (Hijas
de la Tarde), los Oniros (los Sueños), las Keres (espíritus
de la destrucción y muerte), Moros (Condenación)
y las Moiras (Destino).9
En su
descripción del Tártaro, Hesíodo añade que Hemera (día), quien ahora es hermana de Nyx (la noche) en vez de su hija,
abandonaba el Tártaro justo cuando Nyx entraba en él; cuando Hemera (día) volvía, Nyx (la noche) se marchaba. Esto
asemeja el retrato de Ratri (‘noche’)
en el Rig-veda (el texto más antiguo de
la India, de mediados del II milenio a. C.), donde
ésta trabaja en estrecha colaboración pero también en tensión con su
hermana Usha (‘amanecer’).
Nyx
según Homero
En el Libro 14 de la Ilíada de Homero hay una interesante cita
de Hipnos, el dios menor del sueño, en
la que recuerda a Hera un
antiguo favor después de que ésta le pida que haga dormir a Zeus. Hipnos hizo dormir anteriormente a Zeus una vez a instancias de Hera, lo que le permitió causar grandes
infortunios a Heracles (quien regresaba por mar
de la Troya de Laomedonte). Zeus montó en cólera y habría arrojado a Hipnos al mar si éste no hubiera huido asustado hasta Nyx, su madre. Zeus, temiendo enfadar a Nyx,
contuvo su furia y de esta forma Hipnos
logró escapar. Este mito convierte a Nyx
en la única divinidad a la que realmente temía Zeus.
Nyx
en la poesía órfica
La Noche (Nyx) adquirió un papel incluso más importante en varios poemas
fragmentarios atribuidos a Orfeo. En
ellos, la Noche (Nyx) el principio
fundamental junto con su padre Caos.
La Noche ocupaba una cueva o adyton, donde da oráculos. Urano —que
está encadenado dentro, dormido y borracho de miel— sueña y profetiza. Fuera de
la cueva, Adrastea tañe
címbalos y golpea su tympanon, moviendo el universo entero
en una eufórica danza al ritmo del canto de Nyx.
Otros
textos griegos
La Noche también es primer principio
en el coro de apertura de Las aves de Aristófanes, que puede ser de
inspiración órfica. Aquí también es la madre
de Eros. En otros textos puede ser también
la madre de Caronte y Ptono con Érebo.
El tema de la cueva u hogar de la
Noche, allende el océano (como en Hesíodo) o en algún lugar al borde
del cosmos (como en el orfismo)
puede haber tenido su eco en el poema filosófico de Parménides. El investigador clásico Walter Burkert ha
especulado que la casa de la diosa a la que el filósofo fue transportado es el
palacio de la Noche. Esta hipótesis, sin embargo, debe tomarse con cautela.
Cultos de la Noche
En Grecia, la Noche (Nyx)
rara vez es destinataria de cultos. De acuerdo con Pausanias,10 tenía un oráculo en la acrópolis de Megara.
Más frecuentemente, Nyx (la
noche) merodea en el fondo de otros cultos. Por eso había una estatua llamada
Noche en el templo de Artemisa en Éfeso. Los espartanos rendían culto al Sueño y
a la Muerte, concebidos como gemelos:11 sin duda la Noche (Nyx) era su madre. Títulos de
culto compuestos por la partícula nyx- eran
otorgados a varios dioses, notablemente a Dioniso Nyktelios (‘nocturno’)12 y Afrodita Philopannyx (‘la que ama la noche entera’).
En la mitología
griega, a los efectos se les llama niños. Entonces Gæa produjo a Urano (los cielos), Pontus (el
mar) y Oure (las
montañas)
La raza de
Urano
Según el historiador griego Hesíodo,
los hijos de Urano eran los Titanes, los ciclopes y los Hecatonkheires, que
comprendían de seis varones: Chronos, Oceanus, Cusus, Crius, Hyperion e Iapetus; y seis
mujeres: Thea, Rhea, Themis, Mnemosyne, Phoebe y Tethys.
Esta enumeración de los orígenes de
las deidades griegas y romanas, es porque fueron dados como la representación
de las fuerzas de la naturaleza. Los Cíclopes: Brontes (trueno), Steropes (el que
da el rayo), Arges (el que
brilla) se está refiriendo muy claramente a los fenómenos de la tormenta de la
naturaleza.
El Hecatonkheires Έκατόνχειρες o Έκατόνταχειρας Hekatontakheiras (‘los de cien manos) gigantes con cien manos y cincuenta
cabezas, hijo de Gea y Urano; fueron Briareus (huracán), Gyges (terremoto) y Cottus (volcán), quienes se convirtieron en los guardianes de la
puertas del Tártaro, donde Zeus había encerrado a los Titanes.
La raza de
Ponto
Ponto, en griego antiguo Πόντος Póntos, (mar); en latín Pontus, era un antigua divinidad
del mar preolímpico, hijo de Gea (la
Tierra), y hermano de Urano. Hesíodo cuenta
que Gea engendró a Ponto por sí misma, sin emparejarse.
Para Hesíodo, Ponto parece poco más que una personificación del mar. Higino afirmaba
que fue hijo de Gea con Éter (el Cielo luminoso). Fue padre con Gea de los ancianos del mar, Nereo y Taumante (el
sobrecogedor ‘milagro’ del mar), de los aspectos peligrosos del mar, Forcis y
su esposa y hermana Ceto, y de la
diosa Euribia.
Con Talasa (cuyo nombre significa simplemente ‘mar’, pero en una raíz
pre-griega), fue padre de los Telquines.
Gaea se convirtió en la madre de las
divinidades marinas fabulosas, como: Nereus, Thaumas, Phorcys, Ceto y Eurybia. Nereo representa el estado del mar en su
quietud; mientras que Thaumas representa el mar en su
majestuosidad, como el padre de Iris
(el arco iris) y de las Arpías (en griego antiguo
Άρπυια Harpyia,
'que vuela y saquea') eran inicialmente seres con
apariencia de hermosas mujeres aladas, cuyo cometido principal era hacer
cumplir el castigo impuesto por Zeus a Fineo; valiéndose de su capacidad de
volar, robaban continuamente la comida de aquél antes de que pudiera tomarla.
Esto las llevó a pelear contra los Argonautas.
En
tradiciones posteriores fueron transformadas en genios maléficos con cuerpo de
ave de rapiña, horrendos rostro de mujer, orejas de oso y afiladas garras, que
llevaban consigo tempestades, pestes e infortunio. Esta es la forma que acabó
por imponerse y que ha pervivido hasta la actualidad. Wikipedia. De Phorcys y Ceto, de cuya unión procedían las espantosas Gorgones y Graeae,
representando a los peligros y terrores del mar.
Los
Titanes y su descendencia
En la
descendencia de las deidades de la mitología griega, es producto de la
influencia combinada del cielo y la tierra (Urano y Gaea), según
afirman la ferviente imaginación de los antiguos poetas, de cómo se
manifestaban los poderes de la naturaleza, una divinidad individual real y
tangible.
Oceanus abrazando a su hermana Tethys. Sus descendientes fueron los
ríos de la tierra y las tres mil hijas conocidos como las Oceánides o ninfas del
océano.
Coeus Y Phoebe padres de Leto y Asteria. Leto fue la madre de Apolo
y Artemisa.
Crius el Titán se dice que fue el padre de
Astraeus, Pallas y Perses. Astraeus como el padre de los vientos y las estrellas. Pallas y Styx/Éstige (la ninfa del océano) eran
padre de la Envidia, La Victoria y la Fuerza. Perses se casó
con Asteria y Hécate fue su hija.
Hyperion (Ὑπερίων, latinizado como Hiperión,
que significa “el
que camina en las alturas”)
y su hermana Tea (en griego Θεία, Thea, Thia o Theia) llamada también Eurifaesa
(Ευρυφαεσσα Euryphaessa, significa “de amplio brillo”) fueron padres de Helios (el sol), Selene
(la luna) y de Eos (el amanecer)
El más importantes de todos los titanes
fueron Chronos y Rhea, quien abrió el camino para el
domino universal de su hijo “Theos”
Θεός (Zeus).
LA MITOLOGÍA COMPARADA
Urano, griego; Coelum, romano; Varuna, Hindú.
En las
tres figuras divinas de la mitología, el sol, la luna y las estrellas eran sus
emblemas. Representando su figura con manto estrellado, con las manos
levantadas, señalando la luna y las estrellas.
La
historia describe, que Urano se había casado con Gaea (la tierra); la reflexión demuestra
poéticamente que la idea era lógica; tomado, pero en sentido figurado, esta
unión como una realidad.
Gaea, griega; Tellus
o Terra, romana; Prithivi, Hindú;
y Titania, Samotracia (hoy Grecia)
Gaea o Gea, como la deidad femenina, que
representa a la tierra productiva, ya sea fértil o húmeda.
Helios, griego; Sol, romano;
Mithras o Mitra, Persa; Baal o Bel, Caldeo; Moloc, Cananeo; Ra, Osiris, Horus, Pthah – Egipcio.
Helios, como la
deidad cuyo ojo examinaba todas las cosas, fue invocado como testigo de los
juramentos solemnes.
Culto solar
El culto al sol fue una de las primeras formas más
naturales de idolatría. La isla de Rodas era sagrado para Helios. Aquí se erigió su célebre estatua
colosal. Estaba representado en monedas de Rhodians /rodios por la cabeza de un joven coronado de rayos.
Los sacrificios ofrecidos a Helios eran miel, corderos,
cabras, carneros blancos y caballos blancos.
Desde el nombre egipcio Horus, las partes en las que el sol se divide el día se llaman caballo u horas.
Helios y la ninfa océano Clymene tuvieron un hijo llamado Phaethon/Faetón. Las
demandas de este joven de un origen celestial discutido por Epaphus/Épafo, hijo de Zeus y de Io, él viajó al palacio de su padre, de quien él extrajo un
juramento infelices que él le concedería lo que el pidió. La ambiciosa
juventud exigió al instante el permiso de guiar el carro solar por un día, para
demostrarse por ello que era la indudable progenie del Sol. Helios, conscientes de las
consecuencias, protestó, pero sin propósito alguno. El joven persistió, y
el divino, obligado por su juramento, entregó a regañadientes las riendas a sus
manos, advirtiéndole de los peligros del camino, y enseñándole cómo evitarlos.
Phaethon agarró las
riendas, los caballos que respiran fuego, se lanzaron adelante, pero, pronto
enterado de la mano débil, que los guía, salieron de su curso, en el mundo se
prendió el fuego, y una conflagración total habría seguido, si Zeus, en la oración de la Tierra, lanzó
su trueno, y lanzo al conductor aterrorizado de su asiento. Cayó en el río
Eridanus (Po). Sus hermanas, la Heliades, mientras lamentaban su
destino, se convirtieron en álamo en
sus orillas, y sus lágrimas, que seguía fluyendo, se volvieron ámbar al caer en
la corriente. Cycnus, el amigo
del malhechor Phaethon, también se
abandonó al luto, y finalmente se convirtió en un cisne.
“Uno que no puede guiar a los caballos
ardientes se sienta en el carro del sol.” corrió tanto la frase que, apenas
disfrazado en el mito de Faetón, se levantó naturalmente a los labios
de hombres cuando toda la hierba fue quemada y marchitada en tiempos de la
sequía.
Clytie era una ninfa del agua, y enamorada del divino sol, que no le hizo
volver. Ella languidecía (Se echó a llorar), nueve días
se sentó en el suelo y no probó ni comida ni bebida. Miró al sol
cuando se levantó, y mientras pasaba por su rutina diaria a su escenario; no vio a
ningún otro objeto, su rostro se volvió constantemente hacia él. Por fin,
se dice, que sus ramas arraigadas en el suelo, su rostro convertido en una flor
de sol (mirasol), que gira en su tallo para siempre, para hacer frente
al sol a lo largo de su curso diario.
La flor del
sol es un emblema favorito de la constancia. Moore lo utiliza:
“El corazón que ama verdad nunca se olvida,
Pero como ama verdad al
cierre;
Cuando la flor del sol gira sobre su divinidad
cuando el fija
La misma mirada que se
volvió cuando se levantó “.
Los epítetos aplicados
a Helios
por los poetas, eran deleitoso para los mortales; iluminación
mortal; incansable.
Eos, griega; Aurora, romana; Sarunya, Hindú.
Eos era hija de Hyperion
y Thea, y hermana de Helios y Selene, la divinidad que representa el amanecer. Llego a ser esposa
de Astraeus, convirtiéndose en la
madre de Boreas
(norte), Zephyrus (oeste), Eurus (este) y Notus (sur). Esta leyenda fabulosa de Eos, fue adoptada por los romanos tal
cual representa en la mitología griega Eos, a la persona de su deidad Aurora.
Estas son
algunos epítetos dados a Eos, por ende a Aurora
romana, eran rosadas, armados de rosas, de túnicas amarillas, doradas, bien
sentadas, bien trenzadas, con patas de nieves, luces claras, iluminación
mortal, nacido del aire.
Selene, griega; Luna, romana.
Como hija
de Hyperión y Thea, Selene significa “vagabundo o errante entre las
estrellas”. Se supone, que mientras su hermano Helios descansa después de un día de
trabajo duro, ella debería de conducir su carro a través del cielo. Esto
debería de acontecer al momento del atardecer y llegaba la sombra de la noche,
tirado por sus caballos blancos de leche, surgiendo de las profundidades
misteriosas del océano. Selene sentado en su carro plateado, y
acompañada de su hija Hersa, quien
era la divinidad del roció, la reina de la noche aparecía amable y suave, con
una media luna en su frente, con un velo de gasa que flotaba por detrás, y una
antorcha encendida en su mano.
Es una
representación de fuerza incontrolable de encantamientos, especialmente para
los encantadores o astrólogos de Tesalia.
Hécate
Hécate (en griego antiguo
Ἑκάτη Hekátē o Ἑκάτα Hekáta) fue originalmente
una diosa de las tierras salvajes y los partos, nacionalizada primero en
la Grecia micénica o en Tracia, pero originada entre los carios de Anatolia, la región donde se
atestiguan la mayoría de sus nombres teofóricos, como Hecateo o Hecatomno, y donde Hécate permaneció
como Gran Diosa hasta tiempos
históricos, en su inigualable lugar de culto en Lagina (Muğla, Turquía). William
Berg señala que «dado
que los niños no son bautizados en honor de espectros, es seguro asumir que los
nombres teofóricos carios que incluyen hekat-aluden a una deidad importante libre de los oscuros y
desagradables lazos con el inframundo y la brujería que tuvo Hécate en la
Atenas clásica».5 Los monumentos a Hécate en Frigia y Caria son numerosos pero tardíos.6 Los cultos populares que la veneraban
como diosa madre hicieron que fuese integrada en la mitología griega. En la Alejandría ptolemaica
terminaría adquiriendo sus connotaciones de diosa de la hechicería y su papel como «Reina de los Fantasmas», bajo
cuyo aspecto triplicado fue transmitida a la cultura post-renacentista. Uno de sus
aspectos es representado en la Trivia romana. Wikipedia.
Hija de Perses y Asteria, Hécate originalmente fue adorada como la divinidad ‘luna’ por los
Tracios. Sus dominios se extendían sobre la tierra, el cielo y las
regiones del mundo interior, por lo que venerada como la triple diosa. Hécate representa a la luna en su fase invisible, y se tenía la
idea, que cuando estaba ausente de la tierra, se creía que se encontraba en el
mundo inferior.
Hécate que se identifica
con la Selene griega en el dominio
en el cielo, su influencia sobre la tierra, con Artemis (Diana), y con Perséfone
por el domino del mundo inferior. Se creía que vagaba en la noche por la
tierra, visto solamente por los perros, anunciaban los perros con su ladrido el
acercamiento de la deidad.
Chronos, griego;
Saturno, romano; Dyu, Hindú;
Moloc, fenicio; Seb, egipcio.
En la mítica leyenda griega, Cronos es la
representación como la deidad del tiempo. Se casó con Rhea, la hija de Urano y
Gea. Sus hijos fueron: Hades, Plutón, Poseidón (Neptuno,
romano), Theos o Zeus (Júpiter, romano), y sus hermanas: Hestia (Vesta, romana), Deméter (Ceres, romano) y
Hera (Iuno
o Juno, romana).
Cronos quien había sido profetizado por su
padre Urano, que sus hijos un día se
levantarían tal como él lo había hecho contra su padre. Para evitar el
cumplimiento de la profecía, Cronos, no bien nacían sus hijos se los
tragaba, haciendo que la madre de sus hijos Rhea, sufriera grandemente por la actitud de Cronos. Cuando nació Theos [Θεός] (Zeus)
a Rhea, por recomendaciones de Urano y Gea, envolvió en pañales una piedra similar en tamaño del niño, y Cronos tomo rápidamente al supuesto niño y
se lo tragó sin darse cuenta del engaño de Rhea.
Zeus [Θεός] fue criado por las ninfas
en una caverna de Creta. Bajo el cuidado de las ninfas, Zeus creció rápidamente, desarrollando
grandes poderes físicos, combinados con la extraordinaria sabiduría e
inteligencia. Después de haber alcanzado la madurez, obligo a su padre a
restaurar a sus hermanos y hermanas, pidiendo la ayuda de Metis (prudencia), quien persuadió a Cronos a que bebiera una poción, lo que hizo
que vomitara a los niños que se lo había tragado. La piedra que había sido
tragado por Cronos, creyendo que era Zeus, fue colocado en Delfos, donde se exhibió como una
reliquia sagrada por mucho tiempo.
Esta situación de padre e hijo, inevitablemente se declaró la guerra
entre sí. Zeus y sus hermanos
tomaron posición en el monte olimpo, donde se unieron a Oceanus, Temis, Mnemosine e Hyperion, quienes habían abandonado a Cronos a causa de la opresión. Por otro
lado, Cronos y sus
hermanos Titanes, se posesionaron en
el monte Othrys, preparándose para la
batalla. Esta feroz batalla duro diez años. La victoria estuvo del lado de Zeus, con el apoyo de los Cíclopes y los Hecatonkheires, derrocaron al poderoso Cronos y desterrado de su reino, siendo
privado de su poder supremo, para siempre, pasando todo poder a su hijo Zeus. La historia de la mitología del
derrocamiento de Cronos a mano de su hijo Zeus, abarca el periodo de transición
de la historia de la tierra.
Los romanos tenían la costumbre de asimilar sus deidades con la de los
griegos, cuyos atributos tenían la similitud a los suyos, declarando, que Cronos tenía la similitud que Saturno. Creyeron los romanos, después
de la derrota de Cronos en la Titanomaquia,
al destierro de sus dominios por Zeus,
Cronos se había
refugiado en el reino de Ianus, rey
de Italia, quien le habría recibido al exiliado divino, incluso compartiendo su
trono de su reino. Este periodo mítico de la unidad del reino se le llamo la “Edad de oro”, por la completa paz y felicidad
del reino Ítalo.
El festival griego en honor de Cronos fue llamado “Chronia” y el festival romano en honor de Saturno fue llamado “Saturnalia”,
festivales que estaban dedicada a la libertad, la alegría y la hospitalidad.
Significado
Cronos encadenados por Zeus
significaban la revolución de las estaciones encadenadas al curso de las
estrellas para evitar una velocidad demasiado inmoderada.
Una hoz como emblema
de Cronos significaba dios de cosechas, o vida decadente, o rebelión contra Urano.
Una serpiente significaba una vida renovada del año.
Una serpiente con su
cola en la boca significaba el año. Una guadaña significaba el
dios de la muerte.
Un globo rodeado por un zodíaco estrellado significaba el Ordenador celestes sistemáticas
Rhea, griega; Ops (abundancia), romana; Cibeles,
Frigia.
Rea, la esposa de Cronos y madre
de Zeus y de los otros grandes
dioses del Olimpo, como Gea,
personificó la tierra, y fue considerado como la gran madre, y productora
incesante de toda vida vegetal. También se creía que ejercía el dominio
ilimitado sobre la creación animal, especialmente sobre el león.
Los
sacerdotes de Rea fueron llamados Curetes y corybantes. Su adoración siempre fue de un
carácter desenfrenado. En sus fiestas, que ocurrían por la noche, resonaba
la música más loca/salvaje de las flautas, címbalos/platillos y tambores,
mientras gritos y gritos, acompañados de baile y fuertes golpes de pies,
llenaban el aire.
La principal sede de su culto fue en Creta, en donde esta divinidad fue
introducida por sus primeros colonos de Frigia,
en Asia Menor, en cuyo país fue adorada bajo el nombre de Cibeles. La gente de Creta la adoraba como la Gran Madre, más
especialmente como sustentadora del mundo vegetal. Viendo, sin embargo,
que año tras año, al aparecer el invierno, toda su gloria se desvanecía, sus
flores se marchitaban, y sus árboles se deshojaban, expresaron poéticamente
este proceso de la naturaleza bajo la figura de un amor perdido. Se decía
que había estado tiernamente unida a un joven de notable belleza llamado Atys, quien para su dolor e indignación
se mostró ser infiel con ella. Estaba a punto de casarse con Sagaris, hija del rey de Pessinus, en Frigia. En medio de la fiesta de la boda, Rea apareció de repente. Un
pánico se apoderó de los invitados reunidos, y Atys, volviéndose frenético, se precipitó a las montañas y se
destruyó a sí mismo. Se convirtió en un árbol de pino, en el que pasó su
alma, mientras que de su sangre surgió una corona de violetas.
En abril de cada año, los corybantes coronaban un pino y lo cubrían con un velo de Cibeles.
Marchaban a las montañas, y la música de los pífanos y los tambores se
precipitaban a través del bosque con gritos frenéticos, buscando a Atys. Cuando él - una imagen de él
- fue encontrado, los sacerdotes crecían de frenética alegría y se cortaban con
cuchillos.
Rea se llamaba IDÆA Mater (Madre de Ida), desde el monte Ida, en la isla de Creta.
En Roma, el griego Rea fue identificado con OPS,
la esposa de Saturno. Ella fue
llamada Magna Mater, también Dindymene. Este último título que
ella adquirió de las tres altas montañas en Phrygia/Frigia, de donde ella fue llevada a Roma
como Cibeles
durante la Segunda Guerra Púnica, b. do. 205,
en obediencia a una orden judicial contenida en los libros sibilinos. Estaba
representada como una matrona coronada de torres, sentada en un carro tirado
por leones.
Zeus, griego;
Júpiter o Jove, romano; Dyaus, Hindú.
Zeus, hijo de Chronos y Rhea, cuando nació, fue escondido por su madre en una cueva del
monte Ida, en Creta. En ese monte vivía una cabra llamada Amaltea, quien se encargó de alimentarlo con leche, y las ninfas Melissae le alimentaba con miel, y de la misma manera, las águilas
y las palomas le alimentaban con néctar y ambrosía. Los curetes o sacerdotes de Rhea
su madre, batían sus escudos para mantener constantemente grandes ruidos, para
que no se percibiera el grito del niño.
Después
que Zeus
y sus hermanos ganaran la batalla sobre todo sus enemigos, por sorteo
establecieron, que Zeus reinara en el cielo, Hades en el mundo inferior y Poseidón tuviera el reinado sobre los
mares. Siendo reconocido la supremacía de Zeus
sobre los tres reinos. La tierra como el olimpo era una propiedad en
común. El nuevo orden de cosas hasta entonces no estaba en absoluto
establecido. El resentimiento de Gea,
le llevo a producir al gigante Typhoeus,
un monstruo de cien cabezas de dragones que respiraban fuego, ella envió
para derrocar el dominio de Zeus. Se produjo una gran batalla, que
sacudió el cielo y la tierra. Zeus, por medio de sus rayos que nunca
fallaban, acabo venciendo al monstruo, y lo enterró bajo el Monte Ætna/Etna
(Ethna), en Sicilia, de donde a veces
todavía respira el fuego y las llamas hacia el cielo.
Se dice que
los Gigantes han surgido de gotas de sangre que cayeron sobre la tierra desde
el mutilado Urano. Desde las
llanuras de Phlegra, en Tesalia, intentaron asaltar el Olympus
apilando Pelión sobre Ossa. Después de una feroz batalla,
en la que todos los dioses tomaron parte fue conquistado, y enviados a
compartir el destino de los Titanes
vencidos. El dominio de Zeus estaba ahora firmemente establecido, y
ningún ataque hostil nunca perturbo la tranquilidad de los habitantes del
Olympus.
A Zeus
se le atribuyen todos los fenómenos aéreos, tales como los truenos y los
relámpagos, el viento, las nubes, la nieve, y el arco iris, y los envía como
signos y advertencias o para castigar las transgresiones de los hombres. Zeus
es llamado el “padre de dioses y hombres;”
su poder sobre ambos es representado como supremo. En su palacio en el Olimpo,
se suponía que Zeus
vive a la manera de un príncipe griego en medio de su familia.
Zeus
fue la primera divinidad nacional de los griegos. Su
culto se extendió por toda Grecia, aunque algunos de sus santuarios tenían una
importancia especial. El más antiguo de ellos fue el de Dodona, donde el Zeus pelasgiano fue adorado en un
tiempo anterior a la existencia de cualquier templo en Grecia. Las cimas
de las montañas eran los primeros asientos de su culto. Estaba
representado en la forma célebre del roble sagrado en el
crujido de cuyas ramas la deidad se revelaba a los fieles. Más tarde,
cerca del templo de Dodona, había
dos columnas. En uno de ellos se encontraba un jarrón de bronce, y en el
otro, la figura de un niño sosteniendo un látigo con tres cadenas de latón,
cada cadena tiene un nudo al final. Los vientos constantes de Dodona hicieron que estas cadenas
golpearan con frecuencia el jarrón de bronce, a la larga o corta duración de
los sonidos, la sacerdotisa fundamentaba sus predicciones.
Pero todos los
santuarios más antiguos fueron eclipsados por la gran sede nacional de la
adoración de Zeus
en Olimpia en la orilla norte del río Alpheos/Alfeo, en Helis, donde se
celebraban los famosos juegos olímpicos. La magnífica estatua de Zeus
de Fidias, era un estímulo adicional para los devotos, que acudían
allí de todas partes. Los juegos olímpicos tendían a la promoción de la
belleza física y la fuerza, el cultivo de la poesía heroica, y la
profundización del sentimiento fraternal. Las recompensas eran coronas de
hojas de olivo. Los sacrificios ofrecidos eran toros y carneros,
acompañados con ofrendas de incienso, trigo, y miel, con libaciones de vino.
La adoración
de Júpiter
no fue menos extensa en Italia. El más renombrado de todos sus santuarios
fue sin duda el templo erigido por Tarquín
en el Capitolio de Roma. Esto, después de ser casi destruida por el fuego
en el tiempo de Sila, fue restaurado
a más de su esplendor prístino. La
imagen de tierra original fue reemplazada por una estatua de oro y marfil, obra
del artista griego Apolonio,
según el modelo del Zeus Olímpico.
Capitolini
Ludi eran juegos anualmente celebrados en Roma en honor de Júpiter,
que se creía que había conservado el Capitolio
de los galos. El Capitolio era el templo de Júpiter
en Roma.
La primera esposa de Zeus fue Metis, una hija de Oceanus. Zeus la devoró, temiendo que engendrara un hijo, que le privaría del imperio que le había costado tanto. Poco después, sintiendo dolores violentos en su cabeza, envió a Hephæstus/Hefesto (Vulcano), y le ordenó que lo abriera con un hacha. Su orden fue obedecida, y salió adelante Pallas Atenea (Minerva), armada completamente. Su segunda diosa-esposa era Themis, que era la madre de Horæ/Horae (estaciones) y Mœræ/Moiras (Fates Parcas). Dione aparece como la esposa de Zeus de Dodona, y la madre de Afrodita (Venus), mientras que Zeus Arcadian se casó con Maia, cuyo hijo era Hermes (Mercurio). Perséfone (Proserpina) era la hija de Zeus y Deméter (Ceres). Zeus y Eurynome fueron los padres de la Charites (Gracias Tolerancia); Zeus y Mnemósine, fueron los padres de las Musas; Zeus y Leto (Latona), padres de Apolo y Artemis (Diana). Hera (Juno) fue reconocida como su única reina legítima. Ella era la madre de Ares (Marte), Hefesto (Vulcano), y Hebe.
En la unión de Zeus con
la mayoría de sus esposas inmortales, hallaremos un significado alegórico.
Su matrimonio con Metis representa el poder
supremo aliado a la sabiduría y la prudencia.
Su unión con Themis tipifica el vínculo que existe entre la majestad divina y la justicia, la
ley y el orden.
Su unión con Eurynome suministró el refinado y la influencia de
armonización de la gracia y la belleza.
Su matrimonio con Mnemosyne tipifica la unión del genio con la memoria.
El célebre héroe Heracles (Hércules) era el hijo de Zeus y Alcmena.
Antíope, hija de Nycteus/Nicteo, y
sobrina de Lycus/Lico, rey de Thebes/Tebas, fue
sorprendido por Júpiter
en la forma de un sátiro. Temiendo la ira de su padre, huyó a Sicyon/Sición, donde se casó con Epopeus/Epopeo. Nicteo puso fin a su vida, acusando a su hermano Lycus/Lico de tomar venganza contra Antíope
y su marido. Poco después Lico
mató a Epopeo, y llevó Antíope de nuevo cautivo a
Tebas. Sus hijos pequeños fueron expuestos en las montañas, donde fueron
hallados por un pastor, que los crio, y nombrado a Zethus, al otro Amphion. Antíope, que fue tratado con gran
crueldad por Dirce, la esposa de Lycus/Lico, huyó para la protección a sus hijos cuando eran
mayores. Ellos atacaron y mataron a Lico,
y, atando a Dirce por el pelo a un
toro salvaje, dejaron que la arrastrara hasta que expirara.
Amphion/Anfión, siendo rey de Thebes/Tebas, fortificó la ciudad con un muro. Se dice que cuando
tocaba en su lira, las piedras se movieron por su propia cuenta, y tomaban sus
lugares en la pared.
En la escultura, Amphion siempre se representa con una lira; Zethus/Zeto Zeta, con un palo.
Leda, cuyos afectos Zeus ganó bajo la forma de un
cisne, fue madre de cuatro hijos - dos mortales y dos inmortales. Ellos
eran Castor y Pollux/Pólux,
llamados Theoscuri/Dioscuri (hijos de Zeus), y Helen y Clytemnestra/Clitemnestra, que se celebraban en relación con la guerra de Troya.
Castor fue representado como un mortal, y el hijo de Tyndareus/Tíndaro y Pollux como inmortal, y el hijo de Zeus. Después
de que Castor
había caído en la contienda con los hijos de Aphareus/Afareo, su
hermano Pollux no queriendo
separarse de él, prevaleció sobre Zeus para permitirles permanecer juntos a
condición de pasar un día en el Olympus
y el siguiente en Hades.
Así llevaron una vida dividida entre la mortalidad y la inmortalidad.
Así llevaron una vida dividida entre la mortalidad y la inmortalidad.
“La
interpretación de este mito es algo difícil. Se supone comúnmente que eran
antiguas divinidades de luz del Peloponeso, que, después de la invasión
de Dórica, se degradara al rango de
héroes. A menudo se interpretan como personificaciones de la estrella de
la mañana y de la tarde, o del crepúsculo (amanecer y atardecer). Ellos
fueron venerados no sólo en su natal Esparta,
sino en todo Grecia, como deidades bondadosas y benéficas, cuya ayuda podía ser
invocada en la batalla o en los peligros del naufragio. En este último
carácter son alabados por un himno homérico, en el que se
representan como lanzando por el aire sobre sus alas de oro, con el fin de
calmar la tormenta en la oración del marino asolado por el terror. Se ha
observado que estos Dioscuros revoloteando sobre sus alas doradas
probablemente no son nada más que lo que comúnmente se llama fuego de San Elmo
- una llama eléctrica que a menudo jugando alrededor de las copas de los
mástiles durante una tormenta, y que es considerado por marineros como un signo
de su pronta disminución “.
SEEMANN
Los padres de Æacus/Éaco, tan renombrada por su justicia que fue hecho uno de los jueces en
el mundo inferior.
Io, hija del dios del río Inachus, era una sacerdotisa de Hera. Su gran belleza atrajo la
atención de Zeus. Al
notar esto, Hera, en sus celos, se
transformó en una vaca blanca, y puso a Argus
de cien ojos para vigilarla. Cuando dormía, cerraba sólo dos ojos a la
vez. Sin embargo, Hermes, por
orden de Zeus,
logró dormir con el sonido de su lira mágica, y luego, aprovechando de su
desamparo, lo mató. Se relata que Hera
puso sus ojos en la cola del pavo real. Hera se vengó enviando un gadfly/tábano para atormentarlo que, en su
locura, vagó por Europa y Asia, hasta que al finalmente encontró
descanso en Egipto, donde, tocado por la mano de Zeus, recuperó su forma original
y dio a luz un hijo, llamado Epaphus/Épafo. Más tarde se convirtió en rey de Egipto, y construyó Memphis.
“Este mito
ha recibido muchos adornos, porque las peregrinaciones de Io se hicieron más extensas con el crecimiento del conocimiento
geográfico. Bosfhorus/Bósforo (portador de la vaca) recibió
su nombre de esta historia. Io
(el vagabundo) es la luna, cuyo curso aparentemente irregular y desaparición
temporal fueron considerados un fenómeno curioso por los antiguos. La
diosa lunar de la antigüedad se representaba muy frecuentemente bajo la figura
de una novilla; y la misma Isis,
la diosa egipcia de la luna, siempre se representa con cuernos. El
guardián de la novilla, el Argos de cien ojos, es un símbolo del cielo
estrellado. Argus fue asesinado
por Hermes, dios de la
lluvia; en otras palabras, las estrellas quedaron invisibles por las
espesas nubes. No hay nada extraordinario en la representación la aparente
irregularidad del curso de la luna, inexplicable como fue para los antiguos,
bajo el disfraz de trastorno mental. En el sureste - la dirección en la
que Egipto estaba de Grecia - Io
aparece otra vez como la luna llena, en su forma original “.
SEEMANN.
Ahora, ¿por qué es importante conocer la historia de
la mitología griega y su adopción a otras culturas y en especial a la cultura
romana?, porque nos da mucha información de cómo se introdujo al mundo
occidental como religión, este fenómeno natural, con figura de seres humanos
divinizado en el desarrollo de la creación y la vida humana. Desde el punto
romanista, nace la corriente religiosa basado en esta creencia olímpica y sus
derivados. Si una persona es un empedernido lector de la biblia cristiana,
puede fácilmente encontrar en los párrafos del nuevo testamento figuras
emblemáticas del mito con nombres latinizados, haciendo el papel de personas
divinas, cosa que no existe en el contexto hebreo, como en el griego
contemporáneo.
Los autores de las
historias de mitos y leyendas greco romanas, describen como fue introduciéndose
progresivamente al campo religioso tradicional, con mucha influencia, como una
verdadera realidad. Y así continua describiendo la historia mítica del griego
olímpico:
Callisto, la hija de Lycaon/Licaón, rey de Arcadia, era una cazadora en el esplendor de Artemisa, dedicado a los placeres de la caza, que había hecho un
voto de no casarse, pero Zeus, bajo la forma de la diosa cazadora,
logró ganarse su afecto. Artemis
expulsó a la ofensora sin culpa de su sociedad. Calisto era madre de un hijo llamado Arcas. Hera siendo
extremadamente celosa la transformó en un oso. Su hijo, cuando creció, la
encontró en el bosque, estaba a punto de matarla, cuando Zeus, transportando madre y el
hijo a los cielos, hizo las constelaciones de los dos osos, la Osa Mayor y la
Osa Menor. Hera indujo a Océano y Tetis para prohibir que entren en sus aguas, y en consecuencia las
dos constelaciones de los grandes y pequeños osos se mueven dando vueltas y
vueltas en el cielo, pero nunca se hunden, como las otras estrellas parecen
hacerlo, debajo del océano.
Prometeo, en el poema Lowell, dice:
“Uno tras uno las estrellas se han levantado
y fijado,
Chispeando sobre la escarcha de mi cadena;
El oso, que rondó toda la noche sobre el pliegue
De la Estrella del Norte, es encogida en su
guarida.
Asustado por
los brillantes pasos de la aurora “.
Los griegos supusieron que Zeus tomaba de vez en cuando una
forma humana, y descendía de su morada celeste, para visitar a la humanidad y
observar sus actuaciones. En una ocasión se hizo un recorrido por la Arcadia. Al ser reconocido por los arcadios como rey del cielo, fue
recibido por ellos con respeto y veneración; pero Licaón, su rey, dudaba de la divinidad de Zeus. Lo invitó a cenar, y
le sirvió un plato de carne humana, para probar la omnisciencia de su deidad. Pero
Zeus
no debía ser engañado, y el impío monarca recibió el castigo que merecía por su
crimen. Fue transformó en un lobo, y su casa fue destruida por un rayo.
Esta
historia de Zeus
y Hermes, es fantásticamente
añadida en el nuevo testamento de la biblia cristiana.
Zeus y Hermes, llegaron por la
noche a un pueblo, donde buscaban hospitalidad, pero en ningún lugar recibieron
la bienvenida hasta llegar a la cabaña de un anciano y su esposa, llamados Filemón y Baucis, que los deleitaban con sus medios humildes que lo permitirían. Las
deidades revelaron su rango y les ofreció que la pareja envejecida los
acompañara hasta la cumbre de una colina vecina. Al mirar hacia su aldea,
no vieron nada más que un lago, con su cabaña de pie en su lado. Mientras
miraban, se convirtió en un templo. Zeus le pidió a la digna pareja que nombrara
cualquier deseo que quisiera particularmente, a lo que él le debería
concedérsele. Por consiguiente, rogaron que servirían a los dioses en el
templo de abajo, y terminar la vida juntos. Su deseo fue concedió; y
un día, cuando estaban de pie delante del templo, fueron transformaron en
árboles, permaneciendo para siempre junto el uno al otro.
Representaciones.
Zeus es generalmente representado como sentado sobre un trono de oro o
marfil, sosteniendo en una mano los rayos listos para ser lanzados, y en la
otra un cetro de ciprés. Sus miradas expresan majestad, su barba fluye por
mucho tiempo, y un águila se alza con alas extendidas a sus
pies. Generalmente aparece con la parte superior de su cuerpo desnudo, y
la parte inferior cuidadosamente cubierta, como para demostrar que es visible a
los dioses del cielo, pero que está oculto de la vista de los habitantes de la
tierra.
En Lacedemonia
o Esparta, se le representaba con
cuatro cabezas, para que pareciera oír con mayor prontitud las diferentes
oraciones que se le ofrecían diariamente de todas partes de la tierra.
Los cretenses
representaban a Zeus sin orejas, para significar que el amo soberano
del mundo no debería dar oído parcial a ninguna persona en particular, sino que
era igualmente propicio para todos.
En Argos, había una antigua estatua de
madera de Zeus,
que tenía un tercer
ojo en su frente. Los tres (trino) ojos eran indicativos del dominio de Zeus sobre el cielo, la tierra y
el inframundo.
Como Júpiter
Amón, se le representa como teniendo
los cuernos de un carnero. El templo de Libia Jove fue llamado,
junto con el país circundante, Hammonia,
y el templo era conocido por la antigüedad como el templo de Júpiter
Hammon. Siwah aún lleva las ruinas del oráculo y santuario al que debe su
fama. No sólo los países vecinos de África, sino también los italianos y
los griegos pagaron a este oráculo una deferencia y un respeto por la
veneración con que se consultaron a las deidades del oraculares de Dodona y Delfos. Incluso en el siglo V de nuestra era, no era raro
anticiparse a los destinos/Parcas por
consulta del Jove Libio.
La
representación más singular es la exhibición de Júpiter Pluvialis, diseñada para conmemorar su interposición en el envío de
la lluvia en una ocasión determinada.
Pluvius era un
apellido de Júpiter
como dios de la lluvia. Fue invocado por ese nombre entre los romanos cada vez
que la tierra estaba reseca por el calor continuo.
Hera, griega; Juno, romana; Sati, egipcia.
Reina de los
dioses, mujer y hermana de Zeus e hija de Cronos y Rea. Era la protectora de las mujeres y se la veneraba bajo diferentes
nombres. Las fiestas en su honor, las matronalia, se celebran el 1 de marzo. El nombre del mes junio proviene de ella.
En el panteón olímpico de la mitología griega clásica, Hera
(en griego antiguo —ático— Ἧρα, Hêra, en jónico y
griego homérico Ἧρη, Hêrê) era la
esposa y hermana mayor de Zeus. Su principal función era
presidir como diosa de los nacimientos y el matrimonio. Su equivalente en
la mitología romana era Juno. Hera, queriendo dar un buen ejemplo a
los dioses y mortales, eligió la vaca como uno de sus emblemas, porque son los animales más
maternales. No queriendo ser vista tan simple como la vaca, también eligió
al pavo real y
el león.
Se creía que
Hera, hija de Cronos y Rea, había sido
educado por Océano y Tetis. Al principio, parece haber
personificado el aire (las regiones aéreas más bajas), pero entre los griegos
esta significación natural, parece haber desapareció rápidamente, y fue honrado
principalmente como guardiana de la corbata del matrimonio.
El
matrimonio de Zeus y Hera tipifica la unión del cielo y de
la tierra en las luchas de fertilización. Fue llamado “el matrimonio sagrado”, y todos los
seres vivos fueron invitados. La ninfa, Chelone/Quelona, no sólo
se negó a asistir, sino que se entregó a la rabia. Hermes fue enviado en busca de ella, y la encontró en su casa, que
estaba sobre la orilla de un río. Arrojó a la ninfa al río, y la
transformó en una tortuga, condenada a llevar su casa sobre su
espalda; como castigo por rabia, se le impuso un silencio perpetuo.
Gea presentó a Hera
un árbol cargado de manzanas doradas. Fue colocado bajo la carga de las Hespérides al pie del monte Atlas.
En el primer
día de cada mes, se sacrificó a Hera
un cordero, y una cerda. El halcón,
el ganso y el pavo real eran sagrados para ella. Sus flores favoritas eran
el dittany, amapola, y el lirio. Sus
templos más famosos estaban en Olimpia,
Argos, y Samos.
El
Daedala
y Tonea
fueron fiestas griegas en honor de Hera. La
“pequeña Daedala” se celebraba cada
siete años, y la “Gran Daedala” cada sesenta años.
El Tonea era una solemnidad observado en Samos. Era costumbre llevar la
estatua de Hera a la orilla del mar,
ofrecer pasteles (hoy conocida
como “torta” en el mundo occidental y latino) antes de ella, y después
reemplazarlo en el templo. Esto fue en conmemoración del robo de los tirrenios, que intentaron llevarse la
estatua de la diosa, pero fueron detenidos en el puerto por una fuerza
invisible.
Hera estaba celosa en el más alto grado, y, para
detener sus quejas, Zeus a menudo
recurría a la violencia. El castigó y sus crueldades hacia Hera suspendiéndola del cielo por una
cadena de oro, y colgando los yunques a sus pies. Hefæstus/Hefesto intentó
liberarla, por lo que Zeus lo arrojó
fuera del cielo, y su pierna fue rota por la caída.
Hera era la madre de Ares, Hefæstus/Hefesto, Hebe,
y de Ilithyia/Ilitía.
Hera se resentía con gran severidad cualquier violación
de sus derechos como reina del cielo o cualquier aparente leve en su apariencia
personal.
En la boda de Peleo/Pelé y Tetis, todas las deidades estaban presentes, excepto Eris. Indignada de no ser invitada, decidió causar disensiones y arrojó en medio de los invitados una manzana dorada, con la inscripción en ella "Para los más bellos". Las demandas de todos los demás se vieron obligadas a ceder a las de Hera, Pallas Atenea y Afrodita, y la decisión fue dejada a París, hijo de Príamo, rey de Troya, que, ignorante de su noble nacimiento, alimentaba en ese momento a los rebaños del monte Ida. Hermes dirigió las bellezas rivales al joven pastor. Hera prometió a París amplios dominios si le concediera el premio; Athené prometió fama en la guerra; Afrodita prometió la más bella de las mujeres. La reina de la belleza fue galardonada con la manzana, y París pronto se llevó a Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta. Hera estaba tan indignada que no sólo persiguió a él, sino a toda la familia de Príamo, cuyos terribles sufrimientos y desgracias durante la guerra de Troya se atribuyeron a su influencia.
En una ocasión Hera, profundamente ofendida con Zeus, decidió separarse de él, y en consecuencia se instaló en Eubea. Zeus realizó una reconciliación por artificio. Cithæron, rey de Platea, le aconsejó que vistiera una imagen en traje de novia, la colocara en un carro y anunciara que se trataba de Platea, su futura esposa. Hera, encolerizada por la idea de un rival, voló en gran ira para encontrarse con la procesión, y al agarrar a la supuesta novia, le quitó furiosamente el traje nupcial. Su deleite al descubrir el engaño fue tan grande que se produjo una reconciliación y entregar la imagen a las llamas, con risa alegre se sentó en su lugar y regresó al Olimpo.
Es probable que esta historia fue inventada para
explicar las ceremonias de la Dædala.
Juno,
la divinidad romana, supuestamente idéntica a la griega Hera, difería de ella en características importantes. Hera invariablemente aparece como la
arrogante e inflexible reina del cielo; Juno
es venerada y amado como el tipo de una matrona. Se creía que Juno vigilaba y custodiaba la vida de
cada mujer desde su nacimiento hasta su muerte.
El
primero de marzo, se llevaba a cabo una gran fiesta anual llamada Matronalia celebrada
en su honor por todas las mujeres casadas de Roma.
Moneta,
el consejero, era un apellido de Juno,
en cuyo templo en Roma el dinero fue acuñado en su memoria.
Los cónsules romanos, cuando asumían el cargo,
estaban obligados a ofrecer un sacrificio solemne a Juno.
Poseidón, griego; Neptuno, romano; Varuna, Hindú.
Poseidón hijo de
Cronos y Rhea, era la divinidad
marina, como quien teniendo el control de los movimientos de las fuerzas del
mar, como del que habita sus aguas. En la mitología griega, se creía que Nereo vivía en las profundidades de las
aguas marinas, y se mantenía una misma relación con Poseidón, que con Helios,
quien habitaba en el sol, quien llevaba a Phoebus
Apolo, el amo de la luz. Además de tener su residencia en el Olimpus, Poseidón tenía su palacio real en las
profundidades del mar en Aegae, en Eubea, donde guardaba sus caballos de crines
dorados y casco de bronce. Al igual que los elementos al que el presidia, los
poetas lo describieron como tranquilo y compuesto, y otros como perturbado y
enojado. Se creía que era altivo, vengativo e impaciente. Se creía que podía
causar terremoto a su antojo, y de levantar islas desde el fondo del mar con el
golpe de su tridente.
Loa
marinos griegos invocaban a Poseidón para que le proteja su viaje con
sacrificios y acciones de gracias después de un viaje y próspero.
Los
fenicios sostenían, que Poseidón
tenía el control especial del comercio, por lo que le tenían una gran
reverencia y veneración. Era la deidad patrón de los pescadores,
particularmente venerado en las costas, donde la pesca componía un comercio
básico de los habitantes de la costa. Poseidón
se desahogaba por algún desagrado, destrozando ciudades enteras de la costa,
con inundaciones, incluido de monstruos marinos, quienes devoraban lo que se
habían salvado de la inundación. La probable idea de estos monstruos marinos haya sido la figura poética
que representan los demonios del hambre y la hambruna.
Otro
elemento fundamental de la historia mítica de la mitología griega, que hoy se
representa como deporte mundial de la amistad, tiene un origen en esta
historia.
En
honor a Poseidón, los griegos
establecieron los juegos Olímpicos o Isthmia. Esta festividad se celebraba en
el “istmo” de Corinto en abril o mayo de cada año alternativo. Inicialmente
estos juegos consistían en competencias atléticas, música y poesías. Los
ganadores eran premiados con guirnaldas de hoja de pino o de hiedra (bejuco).
Los sacrificios que se ofrecía eran: toros, carneros y jabalíes negros. Como
también la gallina de las víctimas eran ofrecidos en sacrificio, y los cuerpos
eran arrojados al mar.
Estas
historia mítica, nos ofrece una variedad de información precisa, de cómo
influencio en la constitución de la nueva religión del imperio romano en el
313, adoptado del griego, emitido por el emperador romano Constantino el
Grande, como “Xristianus”, con todos sus componentes de las deidades,
personificaciones de la naturaleza, con nombres de personas míticas.
En
estas competencias Ístmicas, la competencia entre Poseidón y Apolo se disputaban
por el derecho al istmo de corinto, siendo favorecido a través del arbitraje
del cíclope Briareus a Poseidón y el promontorio a Apolo. En otras competencias de Poseidón y otras deidades, simplemente
significaba una invasión del mar hacia a la tierra.
Después
que los romanos adoptaron el panteón del olimpo griego, los romanos invirtieron
todos los atributos de Poseidón
griego a Neptuno romano. Los
comandantes de la marina romana, nunca emprendían un viaje sin entregar un
sacrificio a Neptuno.
El
templo de Neptuno romano estaba en
el campo de marte, y la festividad celebrada en su honor se denominaba Neptunalia o Consualia. Los caballos eran conducidos a través de las calles
finamente adornados con coronas de guirnaldas, y todos los caballos eran
permitidos descansar durante esta fiesta.
El
nombre de Neptuno era Consus, como la divinidad de
consejería. Su altar se encontraba bajo la tierra. Por lo general, las
plegarias deberían de dárselo en privado, por la consolación era adorado en
lugares oscuros y privados.
Poseidón
es representado, vestido de un manto azul o verde mar, erguido sobre una
concha, sosteniendo un tridente.
Hades o Plutón,
griego; Orcus
o Dis,
romano; Osiris
o Serapis,
egipcio; Yama,
Hindú.
Hades (Aïdes) hijo de Chronos y Rhea, su
nombre significa “oscuro, sombrío,
melancólico, invisible”. El termino Hades,
en tiempos posteriores a su origen se denoto como el “mundo invisible debajo de la tierra”. Cuando se decía que los
muertos se habían ido al Hades,
literalmente significaba que se había ido al mundo invisible.
El
nombre griego Plutón, así como el
nombre romano o latino Dis,
significa “riqueza”, porque decían
que nuestra riqueza proviene de las partes más bajas de la tierra.
Los
primeros habitantes griegos consideraban a Hades
como su mayor enemigo, el historiador Homero
dice que era el más destacado entre todas las divinidades del olimpo.
Este
concepto fue posteriormente variado por una nueva naturaleza menos triste.
Desde este punto de vista, está representando no solamente como alimento de las
plantas, sino como riqueza ilimitada para la humanidad en forma de metales
preciosos por lo que se encuentran en el subsuelo. Aunque originalmente su concepción
triste de ser la divinidad de la muerte se redujo ese concepto con el tiempo,
sin embargo, Hades en la mente de la
ideología griega era misterioso y sombrío.
Berens dice: "En la edad homérica se suponía que cuando un mortal dejaba de existir, su
espíritu ocupaba el contorno sombrío de la forma humana que había abandonado.
Estas sombras, como se les llamaba, fueron conducidas por ayudantes a sus
dominios, donde pasaron su tiempo en meditar sobre las vicisitudes de la
fortuna que habían experimentado en la tierra, o en lamentar los placeres
perdidos que habían disfrutado en la vida, pero todo un estado de
semiconsciente, del cual el intelecto sólo podía despertar a la plena actividad
bebiendo de la sangre de los sacrificios ofrecidos a sus matices por amigos
vivos”.
El
narciso, el helecho de pelo de doncella y el ciprés eran sagrados para los Aïdes (ayudantes). Tenían templos
hechos en su honor en Olimpus, Atenas y en Helis
(de donde procede el término Heleno). Sus sacrificios se llevaban a cabo por
las noches, sacrificando ovejas negras, y la sangre, en lugar de ser rociada
sobre los altares, después de haber sido recibido en un vaso como en otros
sacrificios, se permitía correr por el suelo. Atención a esta ceremonia. Los
sacerdotes oficiaban la ceremonia, llevaban túnicas negras y eran coronados con
cipreses.
Los
romanos creían que había en el centro de la tierra una inmensa cavidad sombría
e impenetrable oscura llamada Orcus,
que formaba un lugar de descanso eterno para los muertos. Atención a esta historia de
adopción romana. Con la introducción de la mitología griega, el Orcus romano se convirtió en el griego Hades, y todas las ideas griegas con
relación a un estado futuro de los muertos prevalecieron en la idea de los
romanos, que adoraban a los Aïdes
(Hades) bajo el nombre de Plutón, y
bajo sus otras denominaciones como Dis
(rico) y Orcus. La deidad romana no
tenía templos como lo tenía el griego Hades,
pero, al igual que Proserpina, tenía
su altar subterráneo en el Campo de Marte, que era abierto para ser utilizado
una vez al año. Donde se sacrificaban solamente animales negros.
El
Feralia era una fiesta que se
celebraba en febrero, en honor a los muertos, acompañado con una solemne
expiación o purificación de la ciudad. Esta expiación se llamaba februatio, de ahí el nombre del mes
incorporado en el periodo papal. Era una fiesta continua hasta el fin del mes,
durante el cual se llevaban regalos a la tumba de los amigos y parientes
fallecidos, la fiesta era viva de amor y reconciliación, siendo cerrado los
templos de otras divinidades durante esta fiesta. Erebus era un término general que comprendía el palacio y el
dominio de Plutón, también conocido
como Tártaro, un lugar de
encarcelamiento. Y aquellas almas que habían vivido una vida virtuosa eran
enviadas a los Campos de Elíseos. Homero localizado en las islas de los
Bienaventurados en el océano. Posteriormente los poetas mencionaron de varias
entradas al Hades; el más célebre es
denominado en Italia, cerca del lago de Avernus,
sobre el cual se decía que ninguna ave podía volar, por su tan nocivo olor que
emanaba en el lugar.
La
vejez, la enfermedad y el hambre que viene del pecado, debían morar cerca de la
entrada de la cueva de Hades. En el
Campo de Asphodel era un lugar donde los espíritus de los muertos de aquellos
cuyo destino no habían sido aún todavía decidido, esperaban.
En
los dominios de Hades había varios
ríos:
Acheron – dolor, Cocytus
– lamentación, Lethe – olvido, Pyriphlegethon o Phlegethon – fuego flameante y Styx
– temor. Se decía que este último rio abarcaba nueves veces estos reinos, y solo
se podía atravesar este rio con la ayudad de Charon, el barquero, un anciano sombrío y de barba espesa. Tomaba
solamente a aquellos cuyos cuerpos habían recibido ritos funerarios en la
tierra, y que había llevado el pago indispensable, que era una moneda pequeña
conocida como Obolus, generalmente se encontraba colocado debajo de la lengua
del muerto con ese propósito. Todas las oscuridades estaban obligados a
comparecer ante Minos, quien era el
juez supremo, cuyo tribunal estaba custodiado por un perro horrible de tres
cabezas, conocido como Cerberus,
que, con sus tres cuellos erizados como de serpiente, permitía que todos
entraran y ninguno regresara.
Todas las almas
que eran declarados culpables ante Minos,
eran conducidas al gran salón de jueces del Hades, cuya sede estaba rodeado del rio Phlegethon/Flejetonte (río llameante de fuego), cuyas olas ondeaban llamas de fuego, con brillo
espeluznante, este terrible reino. En el interior se encontraba sentado el juez,
Radamantis/Radamanto (en griego antiguo Ῥαδάμανθυς, Rhadamanthys; en latín Rhadamanthus), quien
declaraba a cada rincón los castigos con tormentos que le debían esperar en el Tártaro. Los miserables pecadores
entonces eran atrapados por las Furias,
quienes los azotaban con sus látigos y los arrastraban hasta la gran puerta de
entrada de Tártaro, en cuyas
espantosas profundidades se lanzaban, para que sufran torturas infinitas. Se
suponía que Tártaro se encontraba
tan lejos del Hades como la tierra
de los cielos. Se decía que las aguas de Lete
(Lethe, griego antiguo: Λήθη, romanización: Lḗthē, pronunciación: clásica, lɛː́tʰɛː koiné, lˈeːtʰeː bizantina, lˈiθi, literalmente: «olvido»), o también Leteo (del latín Lethæus),
es uno de los ríos del Hades. Beber
de sus aguas provocaba un olvido completo, tenía el poder de hacer olvidar completamente de las cosas pasadas. Según la
doctrina de la transmigración de las almas, se suponía que, después que las
sombras oscuridades habían habitado Elysium
(Êlýsia griego antiguo,
el más allá) por mil años, estaban destinados a animar a otros cuerpos en la
tierra, y antes de salir de Elysium (más
allá) bebían del agua del rio Lethe,
para que pudieran entrar en su nueva vida sin ningún recuerdo del pasado.
SIS’YPHUS, IXION
y TANTALUS
La
historia del castigo de los delincuentes en la mitología griega, era un tema
muy inspirador para la imaginación de los poetas griegos. Los delincuentes más
celebres de la historia mítica fueron, Tántalo, Sísifo y Ixion. Hubo
otros más.
Tantalus había sido
considerado por las deidades digno de mantener relaciones sexuales con las
divinidades del olimpo, cuando
fue visitado por el divino Zeus, poniendo a prueba su omnisciencia, le sirvió
la carne de su hijo Pelops. Este
crimen le llevo a ser condenado a los tormentos de hambre y sed
permanentemente. Por encima de su cabeza estaban suspendidos las frutas
más bellas y apetitosas, cuando intentaba coger, una ráfaga de viento no le
permitía coger. Al pie de sus pies brotaba una fuente de agua pura, cuando
trataba de beber por causa de su sed, de repente se desaparecía en la tierra.
Sísifo, rey de
Corinto, fue condenado, a causa de sus diferentes crímenes, a arrojar una
enorme roca, al llegar a la cima, siempre se volvía la piedra a la llanura.
Ixion, delincuente
menos violento, estaba atado de pies y mano a una rueda giratoria.
Los
poetas describen esta historia, Tántalo significa el sol quemando ferozmente,
matando los frutos que estaban madurando, y secando los arroyos sobre el cual
pasaba. La piedra de Sísifo representa simbólicamente, como la esperanza indestructible.
También representa al sol, que, cada día después de su punto más
alto, parecía caer de nuevo. Ixion lleva como significado el sol del
mediodía, cuya rueda de cuatro radios, en palabra de Píndaro, se ve girando en el cielo. Así
y otras definiciones más de la manifestación en la personificación de la
naturaleza, en figuras personas.
PARCAS/MOIRAS
Las
parcas griego significa destino y en latín se denominaba Parcae. Cualquier termino significa “una parte”, en el sentido de asignar a
cada hombre su parte. Algunos mitólogos los denominan como las hijas de NYX, otros de Theos (Zeus) y Temis. Clotho, Lachesis y Atropos. A
ellos se les asignó manejar el hilo de la vida. Clotho dibujó el hilo, Lachesis
giró la rueda, y Atropos era el que
cortaba el hilo con una tijera.
El
historiador Homero habla de un Moiras, como la hija de la noche, que
representaba la fuerza moral por la que se gobierna el universo, ya que los
mortales y los inmortales estaban obligados a someterse, “Theos (Zeus) mismo era impotente evitar estos decretos del hilo de
la vida; pero en épocas posteriores esta concepción de un destino inexorable,
fue ampliado por los poetas en sus escritos.
La
función de los Moiras era indicar a
los Erinyes (furias) la exacta
tortura que deberían recibir los malvados por sus crímenes.
Sus
santuarios se encontraban en muchas ciudades de Grecia. Los sacrificios que se
ofrecían eran ovejas, flores y miel.
La
Parcas eran representadas
generalmente por tres ancianas. Una sosteniendo la rueca, otra el uso, y
la tercera la tijera. Mientras que
los grandes pintores y escultores lo han representado como hermosas jóvenes de
aspecto grave, pero bondadosas.
Cuando
están a los pies de Hades en el
mundo inferior, están vestidas con ropas oscuras; pero cuando aparecen en el
olimpo, llevan vestidos brillantes llenos de estrellas, y están sentados en
tronos radiantes, con coronas en sus cabezas.
ERINNYS (furias)
Erinnys eran tres divinidades femeninas, Alecto, Megara y Tisiphone.
Estas divinidades personificaban las punzadas cortantes de la mala conciencia y
remordimiento, que inevitablemente lleva al individuo al mal hacer.
Su
oficio era observar y castigar por sus crímenes a los impíos y atormentar sus
conciencias, por aquellos crímenes no se habían hecho público.
Erinnys aparece en el Sanscrito
como Sarunya, palabra que significa
“luz de la mañana que se arrastra sobre
el cielo”. Como revelando las malas acciones hechas bajo la sombra de la
noche, así que el amanecer encantador o Erinnys,
llega a ser considerado, bajo un aspecto, como el detector terrible y vengador
de la iniquidad.
Según
el historiador griego, Hesíodo,
surgieron de la sangre de Urano
cuando fue herido por su hijo Chronos,
y por lo tanto, se suponía que era la encarnación de todas las futuras
maldiciones que la deidad derrotada impuso a la cabeza de su hijo rebelde.
Su
lugar de residencia se consideraba el mundo inferior, donde era empleado por Hades y Perséfone para castigar y atormentar a aquellas modalidades de
pecados cometidos en la tierra, y no habían sido reconciliados con las deidades
antes de su muerte y sepultura, siendo llevados al Hades.
Las
Erinnys aparecen en la tierra como
las vengadoras que perseguían y castigaban implacablemente a los asesinos, a
los infieles, a los que habían fracasado con el deber de ser padres, en la
hospitalidad de los extranjeros o el debido respeto a los ancianos.
Las
primeras representaciones tuvieron la apariencia terrible, con serpientes en
lugar de cabellos. A veces se le representaba como seres alados. Estaban
vestidos de negro, llevando una antorcha, una espada, un cuchillo, un látigo o
una serpiente.
Fue
tan la idea temprana de los Erinnys
como seres espantosas. Posteriormente variaron sus apariencias, con presencia
más amable y suave. Mientras estuvieron bajo el dominio de la ley de represalia
(del talión), el espantoso “ojo por ojo,
diente por diente”, podían obtener el placer de la idea de la naturaleza
inexorable e implacable de los Erinnys.
Pero cuando estas costumbres bárbaras se extinguieron en los avances de la
civilización, y las sociedades empezaron a rodearse de leyes reguladoras que
protegían las vidas individuales de los ataques arbitrarios, entonces la
concepción de los Erinnys se
convirtieron en compasivos y benevolentes, entonces, las deidades ganaron
terreno en el fenómeno de la tradición. La mitología poética fue asociada en la
transformación, con la institución del Areópago en Atenas, y la purificación de
Orestes, efectuado por esta corte.
Nos
relata la historia, que Orestes
después de haber asesinado a su madre Clitemnestra
y Egisto, en venganza por la muerte
de su padre, Agamenón, vago por
mucho tiempo sobre la tierra en condiciones cercana a la locura, debido a la
persecución de los Erinnys. Siempre sostenía
un espejo ante su mirada horrorizada, en la que contemplaba el rostro de su
madre asesinada. Al final fue favorecido por Apolo y Athené. Primero
lo purifico Apolo delante de su
altar en Delfos, y luego lo defendió ante el tribunal del Areópago de Atenas,
lo cual había sido fundado por Athené.
Orestes fue absuelto por los votos a
favor de Atenea, siendo iguales al
de su contra, declarado desde ese entonces, en el futuro, el criminal tendría
el beneficio de la duda.
Inicialmente las
Furias estaban enojadas y habían
amenazado a la tierra con la esterilidad, pero Atenea logro pacificarlas, prometiendo que se les erigiera un
santuario en la colina del Areópago. Después de haber tomado posesión de este
santuario, fueron venerados por los atenienses bajo el nombre de Semnae (venerables) o Euménides (benevolentes), como
dispuestos a conceder misericordia al pecador arrepentido y para dar socorro a
todos los hombres buenos. Se le representaba, sobre todo en Atenas, como unas
doncellas, vestidas como Artemis,
con túnicas cortas, aptas para salir a la persecución, pero conservando en sus
manos la varita de oficio en forma de serpiente.
Los
sacrificios a las Furias consistían
en ovejas negras, con libaciones compuesto por miel y agua llamada Neftalia.
Deméter, griega; Ceres, romana.
Deméter (de Ge-meter, tierra madre) era una de las hijas
de Chronos y Rhea. Esta divinidad la protectora de la agricultura, y representa
esa porción de la (Gaea) tierra sólida a la que llamamos la corteza terrestre,
y donde se produce la vegetación. Es necesario tener en cuenta la diferencia
distintivamente entre las divinidades terrenales Gea, Rhea y Deméter. Gaea
representando a la tierra en todo, con
todas sus poderosas riquezas subterráneas; Rhea es ese poder productivo que hace brotar la vegetación, dando el sostenimiento
a la humanidad y animales; Deméter, es la que conduce la agricultura, utilizando los poderes productivo de Rhea. La prosperidad de los cultivos se le atribuía a la influencia de Deméter. Se le consideraba como la patrona de todas aquellas artes que estaban
relacionadas con la agricultura, mediante la cuales los hombres eran
rescatados de los grados inferiores de cazadores y pastores sometidos a la ley
de la mortalidad. Así Deméter se
convierte en la “hija generosa del cielo”,
que describe en su canto Schiller en “puesta
de la campana”.
Se
tenía la creencia, que el favor de Deméter
traía a la humanidad cosechas muy ricas y fructíferas, mientras que sus
disgustos causaba la plaga, la sequía y la hambruna. Se suponía que la isla de Sicilia estaba bajo su
protección, donde se le daba la particular veneración, los Sicilianos le
atribuían la maravillosa fertilidad de su país a la protección de Deméter.
La célebre leyenda de las estaciones vinculada a Deméter
Perséfone o Cora
era el nombre de la hija de Deméter.
Esta jugaba con las hijas de Oceanus
en un campo de flores, donde se encontraban recogiendo flores y haciendo
guirnaldas. Perséfone, en un momento
se alejó de sus compañeros, para recoger narcisos, cuando de repente se abrió
la tierra a sus pies y Plutón
apareció en su carro, tomando a la doncella se lo llevo. Todo esto había
sucedido con el pleno conocimiento de su padre, Zeus, quien, sin dar conocimiento a Deméter, le prometió a Plutón
entregarle a Perséfone.
Deméter
informado de la pérdida de su hija querida, nadie pudo decirle a donde se había
ido, encendió antorchas, para buscarla día y noche por toda la tierra, sin
siquiera se detuvo para comer o dormir. Finalmente, Helios, que lo ve todo, le dijo a Deméter lo que había acontecido, con el consentimiento de su padre Zeus. Deméter se llenó de ira y de dolor, retirándose de la sociedad de
las otras deidades del olimpo. Mientras tanto, la tierra dejo de producir, con
la amenaza de la hambruna y la extinción de toda humanidad. En vano fueron los
mensajes de Zeus, uno tras otros,
rogando que regresara al olimpo. Deméter
juró que no volvería a producir la tierra hasta que no le devolviera su hija
querida. Zeus viendo la situación
crítica de la humanidad y la producción de la tierra, envió a Hermes, para que Plutón restaurara a Perséfone
a su madre. Consentido la petición, se preparó con regocijo seguir los consejos
del mensajero de las deidades, volverla a la luz y a la vida. Perséfone, antes de despedirse de Plutón, le presento unas semillas de
granadas, las cuales, en su excitación, ingirió sin pensarlo. Ascalaphus relata esto, era una regla,
cualquier mortal habría probado alimento alguno en el reino de Plutón, tal persona debería permanecer
para siempre, y las esperanzas de la diosa Deméter
fueron decepcionantes. Entonces, Zeus
finalmente logro pactar con Plutón
permitir que Perséfone pasara seis
meses del año con su madre, mientras que durante los otros seis meses ella
sería la compañera, sería su compañera sin alegría de su sombrío amo. Ósea, Perséfone cada año, en primavera, sube
del reino subterráneo para recrearse en compañía de su madre, pero volviendo
otra vez en otoño a las regiones oscuras de la muerte.
Este mito
legendario surge del concepto que describieron al principio el cambio del
verano y del invierno, y significo la pérdida temporal, que la madre tierra
sostiene cada año, cuando el helado aire del invierno le roba sus flores, sus
frutos y sus granos. La tristeza de Deméter
tipifica la oscuridad que cae sobre la tierra durante los meses de tristeza del
invierno. Se creía que en épocas posteriores, un significado aún más profundo
fue introducido a este mito fantástico, a saber, la doctrina de la inmortalidad
del alma. El grano, por decirlo así, permanece muerto por un tiempo en la
tierra oscura, solo para levantarse un día vestida con vestiduras más nueva y
más bella, supuestamente simboliza el alma, que después de la muerte estaría
libre de toda corrupción y vid, en una forma mucho mejor y más pura.
Este
mito fantástico está relacionado, como referencia a l institución de los
misterios Eleusianos. Se dice,
cuando Deméter vagaba por la tierra
buscando a su hija, con apariencia de una anciana muy pobre, llego a Eleusis, en Ática. Las hijas de Celeus, que eran las hijas del rey de
la ciudad, al encontrarla sentada sobre una piedra cerca de un pozo, le
ofrecieron a la anciana un trabajo en la casa de su padre como enfermera de su
hermano menor, Demophoon o Triptolemus. Deméter acepto, y fue
amablemente recibido en la casa de Celeus.
Se volvió tan cariñosa con el niño que decidió hacerlo inmortal, ungiéndolo con
ambrosia, y luego poniéndolo por las noche en el resplandor del fuego. La
imprudente curiosidad de la madre del niño, quien observaba a la diosa, ingreso
a la habitación, privando la bendición prevista para su hijo. Deméter se revelo
quien era ante Celeus, ordenándole
que construyera un templo para ella en Eleusis.
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