¿LA BIBLIA O TANAK?
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Hay diversas formas de preguntas
relacionados a la palabra “biblia”. La respuesta generalmente en el ámbito
eclesiástico es simplificada, diciendo, que es la Palabra de Dios.
La palabra “biblia” viene del
plural griego biblion, que significa literalmente “libros”; este término paso
al latín y del latín paso a otras lenguas occidentales, no con el nombre
plural, sino en singular y en femenino “la biblia”.
La palabra “kanon” viene de la
palabra hebrea significa “caña”. Pero en al ámbito antiguo dentro
de los cristianos se designaron con diferentes nombres. La ley (Toráh),
los profetas (Nevi’im), las escrituras (Ketuvim).
En el contexto hebreo la caña se
utilizó para medir, que posteriormente llego a tener el significado de “norma”. Esta palabra se utilizó
originalmente como “canon” para expresar a lo que llamamos “la regla de fe”, que más tarde llego a
significar una lista o índice, que es aplicada a la palabra “biblia”. La comunidad primitiva la reconoció
desde los inicios de la era cristiana, mucho más antes que apareciera el hoy
denominada iglesia cristiana católica romana.
El pueblo judío antes de la
destrucción de Jerusalén el año 70 A. E. C., su sistema de sacrificios concluyo
al ser dispersados, y se vieron obligados a determinar que los escritos
constituían la palabra autorizada de Eterno Creador, por la simple razón que
habían muchos escritos extras a la auténtica escrituras Sagradas.
El pueblo Judío se mantuvo unido
por estos libros hasta que comenzó a floreces el cristianismo con nuevos
escritos, excluyendo a estos nuevos de las sinagogas.
Los cristianos tienen en la
actualidad el mismo canon del Antiguo Pacto, pero con añadiduras y nombres
cambiados por el griego latinizado. Los judíos difieren el orden de los libros
y aun consideran a los profetas menores como un solo libro.
La biblia está compuesta de dos
secciones conocidos como el Antiguo Pacto (Testamento) que está compuesto por
39 libros, y el Nuevo Pacto (Testamento) o Pacto Renovado por 29 libros. La
iglesia cristiana, denominada católica tiene otros libros más de la cultura
literaria judía, como parte de su canon bíblico.
Testamento, es una palabra que estaremos tratando en otro capítulo para diferenciar la correcta interpretación. Pero, testamento es una palabra latina, que viene del latín, que se presta a la confusión, con la palabra hebrea “berit”, que es traducido por “pacto” o “alianza”. Pacto es el termino más correcto que estableció el Padre Eterno por medio de sus profetas con su pueblo, desde el Sinai (Jer.31:31-34; Ez.36:26-27).
Testamento, es una palabra que estaremos tratando en otro capítulo para diferenciar la correcta interpretación. Pero, testamento es una palabra latina, que viene del latín, que se presta a la confusión, con la palabra hebrea “berit”, que es traducido por “pacto” o “alianza”. Pacto es el termino más correcto que estableció el Padre Eterno por medio de sus profetas con su pueblo, desde el Sinai (Jer.31:31-34; Ez.36:26-27).
Ahora bien, la palabra “berit” es un término fundamental
dentro del estudio de las Sagradas Escrituras. Con esta palabra se estableció
la unión de YHWH con su pueblo en el monte Sinai, por intermedio de Moshé. Ahí está
la distinción de la Antigua y la Nueva “alianza” o “pacto”. La Antigua sellada en el
monte Sinaí, que fue ratificada con sacrificio de animales; y el Nuevo
incomparablemente superior, fue establecida con la sangre preciosa de Nuestro Adón y Redentor, Yahshúa HaMashiach. Esto quiere decir, entonces, que el pacto o alianza es
un regalo de nuestro ABBA Kadosh Yahweh Elohim, y no es el fruto o decisión del hombre.
La versión griega, conocida como
la septuaginta describe al hebreo “berit” como “diatheke”, más se traduce al latín como
“testamento”, por la influencia por más de
mil de años del sacro imperio romano, se conoce las partes de la biblia como “testamentos”, derivado de la ignorancia de
los copistas monjes romanos que desconocían la traducción hebrea. En medios
judíos se conoce a las sagradas Escrituras, como “Tanak”, que es una formación de la
palabra “Toráh, Nevi’im, Ketuvim”. Es decir, que forma parte de las tres divisiones en las Sagradas Escrituras hebrea: La Toráh, Nevi’im y Ketuvim.
Para nosotros, el día de hoy
conocemos como "instrucción" Yahweh Elohim, para su pueblo kadosh, temas que se entrelazan
en una increíble unidad con el pacto Renovado. Los escritores humanos usados por Yahweh, los eventos
mencionados en su contenido exactamente se han cumplido todas las profecías
anunciadas hasta el día de hoy.
El propósito de este comentario,
es con el fin de poner en claro la importancia que tiene, conocer, la correcta
información, para no caer en la confusión de los escritos apócrifos que están
circulando con apariencia de correcta traducción de las Sagradas Escrituras.
¿QUE NOS ENSEÑA LAS SAGRADAS
ESCRITURAS?
La Tanak (Antiguo Pacto), es la historia
de una nación. Establecido y funda por la promesa hecha a un anciano salido de
la Mesopotamia, Avram, quien obedeció y creyó al llamado de ser padre de una
futura nación.
El Brit Hadashad (Pacto Renovado), es la historia de
un hombre, que es anunciado por los profetas del Antiguo Pacto, como el Redentor del pueblo de Israel.
Estos pactos, es parte del plan
de Yahweh Elohim para la redención del una nación caída bajo maldición a
causa del pecado. El hombre fue creado para ser lo que Yahweh quería, pero le
fallo. Por eso, apartó a un hombre de entre todos los hombres para hacer una nación definitiva como su pueblo entre los pueblos separado de todo pecado.
El plan de YHWH se inicia con el
llamamiento de Avraham, con la promesa de bendecirlo a toda su descendencia y
las naciones del mundo por medio de él.
Las Sagradas Escrituras fueron
escritas por hombres de diferentes condiciones y en épocas distintas, en
perfecta unidad.
Sea para judíos o Mesiánicos. Las
Sagradas Escrituras hebreas, tienen un valor muy especial, porque tiene la autoridad propia, que trata de la creación de la tierra y del hombre; el pacto
de YHWH con una nación, las profecías y el cumplimiento de la promesa del
Mesías y su obra redentora.
Conclusión
El interés de difundir la verdad del Eterno Padre creador, está en la convicción de su nombre, Yahweh, en la
salvación, en el nombre de Yahshúa, para los que ignoran. Cuán importante es conocer quién es
el Salvador y Redentor, y por qué debemos de creer en él.
También debemos saber, las
sagradas escrituras hebreas y aún la Septuaginta, no tiene capítulos, ni versículos. La biblia cristiana, que viene de la traducción de la vulgata latina al español, con el nombre de la biblia del oso en el siglo XV, ya se había divido en capítulos en el siglo XIII, por el obispo de Canterbury, Stephen
Langhton, en la lengua inlgesa, entre los años de 1234 a 1242, en Inglaterra. Pero los versículos del
Antiguo Pacto fueron los primeros en ser divididos por judíos, llamados
Masoretas; quienes tenían el hábito monástico y ascético. Fueron los masoretas los primeros en dividir
el texto hebraico en versículos entre los siglos IX y X. Esto ha generado la
dificultad en la comprensión lectora por cuanto se ha divido el contexto
original. Pero la primera biblia publicada en capítulos fue realizada por el inglés
Sthephen Langton en 1226.
De la misma manera, en el año
1551, influenciado por los trabajos de los masoretas; un impresor llamado
Robert D´Etiénne o Sthephens, dividió el Nuevo Testamento en versículos, siendo
publicada con la edición divida en capítulos y versículos en 1553 como la que
la conocemos actualmente, en latín. Y el
año 1560, por primera vez la biblia de la versión Ginebra, en Suiza; fue
publicada completamente divididos en versículos numerados.
Antes de esta publicación, la
biblia era publicada en capítulos; como la que tradujo Martin Lutero, por el
año de 1530.
Según las descripciones
históricas, estas Escrituras no contaban con signos de puntuación que
guiara al lector. La necesidad de la lectura, surgió en los judíos de organizar
un plan de lectura en sus reuniones durante el día de reposo, es así como vemos
sistemáticamente, los textos originales se dividieron para establecer el plan
lector. De ahí se introdujo finalmente estas divisiones en capítulos y
versículos, al final del siglo XVI, de manera definitiva entre la feligresía
judía, protestante y católica.
Como vemos, la biblia más común,
en la versión de Reina Valera, la primera versión denominada o conocida como la
biblia del Oso 1569, que luego fue cambiado al nombre de Reina Valera, que tiene
miles de errores. Porque procede de las versiones originarias de la vulgata latina, paganizado por los traductores del hebreo al griego y posteriormente al latín; porque tiene como
base a la influencia del idioma latín, acontecido el año 1528, conocida como “Veteris et Novi
testamenti nova translatio”; impreso por el dominico católico Sanctes Pagnino, lo cual
gano su aceptación en los rabinos, por una cercana adhesión literal al texto
hebreo. Posteriormente el año de 1569 Casiodoro de Reina, publica la primera
traducción al idioma español, en Suiza.
Para entender el mensaje de la
Sagrada Escritura Hebreas, debemos diferenciar el termino “venerar” con “estudiar”. La iglesia católica enseña “venerar” a la biblia, pero nosotros los
creyentes debemos estudiar, porque es inspirada por el Ruach de Yahweh, y es
útil para todo en nuestra vida delante de Elohim 2 Tim.3:16-17.
LA IMPORTANCIA DE LAS SAGRADAS
ESCRITURAS HEBREAS
Como inicialmente mencioné,
la biblia que fue escrita por hombres, no viene de la inspiración del Ruach de YHWH, no
solamente trae confusión, sino también te lleva por un camino
equivocado.
La La Tanak que es la Mitzvot/mandamiento de YHWH, traza el camino que debemos llevar y no necesitamos ningún otro tipo
de escritos para que podamos interpretar el mensaje dado a través de sus enseñanzas
(Mr.7:6-13; Ap.22:18).
La Tanak, es la perfecta guía
para conocer la verdad revelada en Yahshúa HaMashiach acerca de nuestra
salvación, y nos revela las verdades ocultas y los diversos sentimientos más
profundos (Mt.7:24-27; Heb.4:12; 2Tim.3:15).
Las antiguas Escrituras hebreas, fueron escritos en diversas clases de materiales, como: el
papiro, el pergamino y la vitela.
Nota
Cualquiera puede leer las sagradas escrituras hebreas el día de hoy,
solo hay que tener el deseo de saber lo que Elohim nos quiere decir a través de
su Palabra. Lo más importante es creer que la Toráh es el Mitzvot de Yahweh.
MARANATHA - PERÚ


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